¡Sí! Ya me siento una realizada trabajadora. Esta semana recibí mi primer sueldo por mi servicio como profesora de español en la India. Ya parece todo más real, esta nueva etapa de mi vida. No cobré mi sueldo entero, ya que trabajé medio mes, pero era más de lo que me esperaba, la verdad, y llega de sobra para los precios de aquí. Estoy deseando ir a comprarme el libro de cocina india que me autoprometí para mi primer sueldo.
Cobro por horas de enseñanza, que son un máximo de 24 a la semana según lo estipulado en el contrato, aunque tengo que estar más tiempo en la escuela para preparar clases, organizar material, etc, etc. Lo gracioso es que esta primera semana de febrero, con la historia de sustituir a una profesora, voy a superar esas 24 horas semanales. La verdad es que no son nada. Es verdad que me paso casi toda la semana metida en la academia, pero es el ritmo aquí: trabajan como esclavos. No hay tiempo apenas para relajarse y "vivir".
De esto hablaba el otro día con los alumnos de Prachi, a los que di clase solo esta semana: horas laborables, vacaciones, etc. No recuerdo cómo llegamos a ese tema, pero la verdad es que nos pasamos mucho tiempo hablando de estas cosas, de fiestas aquí y allá, de la comida, de la religión, de la familia, de los precios, de horarios...Tenían siempre preguntas. Y así me enteré de que aquí la semana laboral es de 45 horas...mínimo. Es decir, que muchas veces hacen más de 25 horas. Al día pueden trabajar 10 horas, y no se cobran las horas extra. UAU. Cuando les hablé de la semana de 38 horas, de las 35 de Francia, y del precio de las horas extra, creo que más de uno ha pensado en venirse a trabajar a España. El problema es que ahora no hay trabajo.
¡45 horas mínimo! Ni muerta, no vale la pena trabajar tanto. ¿Para qué quieres el dinero que ganas, sino puedes hacer nada con él? Si al menos el trabajo que haces es "el trabajo de tu vida", tu pasión,...pero estar en un call center recibiendo llamadas desde Estados Unidos, o trabajar en una oficina con cuentas y otros documentos delante del ordenador, no creo que sea el trabajo de la vida de nadie. Sabiendo esto, no me sorprende el poder económico de la India, si la mayoría de sus habitantes se desvive por trabajar. No sé como anda de tasa de desempleo, pero si la tuviera alta, sólo con reducir jornada y contratrar a los parados para completar el trabajo de otro, ya llegaría al pleno empleo.
Lo que me hace gracia también es que de estos estudiantes de esta semana, que son poquitos, muchos están de vacaciones. Y en lugar de descansar o de irse de viaje, se apuntan a un curso de español durante la semana, cuando en otro momento tendrían que estar trabajando. Bueno, esto son algunos, porque también tengo estudiantes y gente que trabaja en horario nocturno. Aquí no las empresas no duermen, pero la ciudad sí: hay un toque de queda y todo cierra a las 11:30, lo cual para mi mentalidad, es un horror. Es la única ciudad de la India con esta norma, qué le vamos a hacer, me ha tocado a mí.
Estos chicos y chicas (y no tan chicos) que he tenido durante esta semana han resultado de nuevo ser alumnos encantadores. Algunos más pesaditos, otros más sosillos, pero muy majos al fin y al cabo. Lo curioso es que todos estudian español por estudiar español, sin ningún objetivo utilitario real: por comunicarse con más gente, por viajar, porque les gusta la música y la comida de países hispanohablantes...a lo mejor por eso son tan buenos alumnos. Los que están locos por conseguir un título para su trabajo son más impacientes y sólo quieren saber cómo aprobar el examen.
Mañana tengo clase otra vez y me tocará sustituir a Lucía, que ha ido a hacer su visado a Malasia, en una clase de segundo nivel. Hasta ahora sólo había dado Básico, y ahora me toca enseñar los relativos (demasiado pronto, desde mi punto de vista, para el nivel que tienen los alumnos, que es un A2 aproximadamente). A ver cómo resulta. Por suerte mantengo mi clase de 25 alumnos: son un montón y darles clase es cansadísimo, pero no les quiero dejar a otra profesora. Es como un sentimiento de posesión. Son MIS alumnos. Ya me fastidia un poquillo tener que dejar mi última clase a Prachi durante dos días, pero ya le tengo un plan preparado con las actividades...Parece que sino voy a perderles la pista de lo que saben y lo que no saben.
También hemos empezado a tener traducciones, incluso una pequeñísima traducción hoy mismo, a pesar de ser mi día libre. Bueno, no me llevó ni cinco minutos, así que da igual. También se cobran aparte. Voy a acabar febrero bien...
Por otro lado, ya he recibido por fin el paquete que me enviaron mis padres con los dulces navideños. ¡Gracias! Mañana llevaré turrón a clase para repartir entre los alumnos y mis compañeros de trabajo. Resulta que en Argentina adoran los dulces navideños españoles: Lucía es adicta al turrón de jijona. Le guardaré unos trozos para cuando vuelva de Malasia, espero que con todo arreglado para quedarse...ahora que empezaba a aprender argentino, ¡no lo quiero dejar a la mitad!
Cobro por horas de enseñanza, que son un máximo de 24 a la semana según lo estipulado en el contrato, aunque tengo que estar más tiempo en la escuela para preparar clases, organizar material, etc, etc. Lo gracioso es que esta primera semana de febrero, con la historia de sustituir a una profesora, voy a superar esas 24 horas semanales. La verdad es que no son nada. Es verdad que me paso casi toda la semana metida en la academia, pero es el ritmo aquí: trabajan como esclavos. No hay tiempo apenas para relajarse y "vivir".
De esto hablaba el otro día con los alumnos de Prachi, a los que di clase solo esta semana: horas laborables, vacaciones, etc. No recuerdo cómo llegamos a ese tema, pero la verdad es que nos pasamos mucho tiempo hablando de estas cosas, de fiestas aquí y allá, de la comida, de la religión, de la familia, de los precios, de horarios...Tenían siempre preguntas. Y así me enteré de que aquí la semana laboral es de 45 horas...mínimo. Es decir, que muchas veces hacen más de 25 horas. Al día pueden trabajar 10 horas, y no se cobran las horas extra. UAU. Cuando les hablé de la semana de 38 horas, de las 35 de Francia, y del precio de las horas extra, creo que más de uno ha pensado en venirse a trabajar a España. El problema es que ahora no hay trabajo.
¡45 horas mínimo! Ni muerta, no vale la pena trabajar tanto. ¿Para qué quieres el dinero que ganas, sino puedes hacer nada con él? Si al menos el trabajo que haces es "el trabajo de tu vida", tu pasión,...pero estar en un call center recibiendo llamadas desde Estados Unidos, o trabajar en una oficina con cuentas y otros documentos delante del ordenador, no creo que sea el trabajo de la vida de nadie. Sabiendo esto, no me sorprende el poder económico de la India, si la mayoría de sus habitantes se desvive por trabajar. No sé como anda de tasa de desempleo, pero si la tuviera alta, sólo con reducir jornada y contratrar a los parados para completar el trabajo de otro, ya llegaría al pleno empleo.
Lo que me hace gracia también es que de estos estudiantes de esta semana, que son poquitos, muchos están de vacaciones. Y en lugar de descansar o de irse de viaje, se apuntan a un curso de español durante la semana, cuando en otro momento tendrían que estar trabajando. Bueno, esto son algunos, porque también tengo estudiantes y gente que trabaja en horario nocturno. Aquí no las empresas no duermen, pero la ciudad sí: hay un toque de queda y todo cierra a las 11:30, lo cual para mi mentalidad, es un horror. Es la única ciudad de la India con esta norma, qué le vamos a hacer, me ha tocado a mí.
Estos chicos y chicas (y no tan chicos) que he tenido durante esta semana han resultado de nuevo ser alumnos encantadores. Algunos más pesaditos, otros más sosillos, pero muy majos al fin y al cabo. Lo curioso es que todos estudian español por estudiar español, sin ningún objetivo utilitario real: por comunicarse con más gente, por viajar, porque les gusta la música y la comida de países hispanohablantes...a lo mejor por eso son tan buenos alumnos. Los que están locos por conseguir un título para su trabajo son más impacientes y sólo quieren saber cómo aprobar el examen.
Mañana tengo clase otra vez y me tocará sustituir a Lucía, que ha ido a hacer su visado a Malasia, en una clase de segundo nivel. Hasta ahora sólo había dado Básico, y ahora me toca enseñar los relativos (demasiado pronto, desde mi punto de vista, para el nivel que tienen los alumnos, que es un A2 aproximadamente). A ver cómo resulta. Por suerte mantengo mi clase de 25 alumnos: son un montón y darles clase es cansadísimo, pero no les quiero dejar a otra profesora. Es como un sentimiento de posesión. Son MIS alumnos. Ya me fastidia un poquillo tener que dejar mi última clase a Prachi durante dos días, pero ya le tengo un plan preparado con las actividades...Parece que sino voy a perderles la pista de lo que saben y lo que no saben.
También hemos empezado a tener traducciones, incluso una pequeñísima traducción hoy mismo, a pesar de ser mi día libre. Bueno, no me llevó ni cinco minutos, así que da igual. También se cobran aparte. Voy a acabar febrero bien...
Por otro lado, ya he recibido por fin el paquete que me enviaron mis padres con los dulces navideños. ¡Gracias! Mañana llevaré turrón a clase para repartir entre los alumnos y mis compañeros de trabajo. Resulta que en Argentina adoran los dulces navideños españoles: Lucía es adicta al turrón de jijona. Le guardaré unos trozos para cuando vuelva de Malasia, espero que con todo arreglado para quedarse...ahora que empezaba a aprender argentino, ¡no lo quiero dejar a la mitad!
3 comentarios:
Felicidades por el primer sueldo primi!! a que sienta bien?
Te veo encantada con el curro y los alumnos, no se cuanto aprenderán de castellano, pero seguro que tu estas aprendiendo mucho de su cultura.(que miedo da pensar en las 45horas!)No me extraña que no quieras dejarle la clase a otra profe, no apetece perder el buen clima de la clase, eh?
Ya nos contarás como reciben los dulces navideños!
bikiños!!
Hola,
precioso blog, muchacha... ¡A mis favoritos va! Soy una compañera, profe de ELE, y me han contactado de una empresa de Hyderabad para dar clases... Pero no sé cuánto pedirles como sueldo. He dado clases de ELE en India, pero como voluntaria, así que no sabría cuánto es lo justo. La empresa me proporciona alojamiento. ¿Me podrías dar algún consejo? Te dejo mi correo, que es maletadepalabras@gmail.com. ¡Gracias y un abrazo fuerte!
Hola; me llamo Laura y he venido a la India también de profe de español. Me gustaría preguntarte por el tema salario, ya que pensamos mi compañera y yo que nuestro jefe no esta siendo del todo honesto con nosotras. Te dejo mi correo canillas25@gmail.com. seguiré leyendo, creó que me vendrá muy bien.
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