domingo, mayo 27, 2012

Un taller de teatro de 5 meses y una obra de 1 hora

La andadura de mi primer taller de teatro empezó allá por enero, un día 14, con 7 estudiantes de los cuales solo tres llegaron hasta el final. A lo largo del camino, se fue sumando otra gente, mientras otros se marchaban, o iban y venían. Al final, quedó un grupo de 11 actores y actrices, los justos para representar la obra que, sin saberlo, eligieron ellos mismos.

Al principio, no había planeado representar ninguna obra en particular. Tenía en mente, como un sueño, hacer Historia de una escalera, pero me faltaban gente, medios y tiempo. Así que ojeando entre los libros de teatro que mis padres me trajeron en octubre, estaba Os vellos non deben namorarse, de Castelao. La recordaba como una obra sencillita y cómica. La releí, y me enamoré de la primera escena: daría mucho juego para representar en el taller, como una actividad más. La traduje al español y la llevé a clase. Les gustó tanto que querían leer más, así que al final, decidí que ese era el destino del taller: representar la obra de Castelao. Traduje casi toda la obra al español antes de darme cuenta de que no teníamos medios económicos, ni humanos, ni tiempo, para hacerla entera: tendríamos que contentarnos con el primer acto. Pero eso era un desafío más que suficiente.

Durante tres meses estuvimos leyendo en voz alta, entendiendo las palabras, las expresiones, a los personajes, a Galicia (sobre todo, a los pueblos de Galicia), la música gallega, las tradiciones universitarias, los vestidos típicos... Les hice dibujar a los personajes, y una vez que los repartí, imaginarse cómo había sido su vida, cómo era su día a día, qué habían hecho antes y después de cada escena en la que aparecían. Practicamos a andar, a hablar, a movernos como los españoles. Fue un trabajo muy duro, pero apasionante. Y descubrimos que "saia" significa "falda" tanto en gallego como en bengalí.

Os dejo con unos vídeos de uno de los últimos ensayos que hizo un alumno sin que yo me diera cuenta...






Al final, conseguimos reservar un auditorio, un técnico de la luz y otro del sonido, un maquillador, y comprar el vestuario necesario mínimo, imprimir los carteles, las invitaciones, las guías para los espectadores y publicitarnos, todo con 15000 rupias (al cambio actual, 214 euros). Apretándonos en todo el cinturón, yendo a lugares recónditos a imprimir por el precio más barato posible, y regateando con todos los vendedores.

Y por fin llegó el gran día, el 25 de mayo. El estreno. Ensayamos en el auditorio, comprobando que se oían los diálogos, reorganizamos el espacio, cambiamos algunas cosas a última hora, elegimos las luces...Y empezó a llegar la gente. Sobre todo alumnos de español, pero también profesores, como mi colega en la universidad la profesora Bhattarcharya, el profesor Mukherjee, o el otro profesor de Jadavpur University, el profesor Majumdar (el otro actuaba en la obra), que son unas de las eminencias del español en Calcuta, y sobre todo (sorprendentemente), profesores de francés. Y los familiares de los actores. Al final, unas 100 personas aplaudieron nuestra obra, a pesar de que el técnico de sonido nos falló y apenas se oía a los actores. No sé qué pasó, ni por qué no arregló nada, pero la técnica fue un desastre.

En cambio, puedo decir con orgullo que mis actores estaban estupendos. Al principio, me desesperaba: algunos hablaban muy bajito, otros se olvidaban continuamente sus líneas, otros no querían hacer su papel (sobre todo los cuatro chicos que tenían que hacer de cuatro hermanas, por la falta de mujeres en el taller), cantaban fatal (hay un númerito musical en la obra)....Pero al final, todo salió perfecto. La chica tímida habló y recordó todas sus líneas sin equivocarse (incluso salvó la obra cuando otra de las actrices, que siempre se sabía todo, se quedó en blanco y esta chica se lanzó a decir su siguiente línea sin esperar demasiado...), el que se olvidaba continuamente una de sus líneas, se acordó de todo (aunque se olvidó a cambio otras, pero más o menos improvisó, lo cual, en otro idioma, pues es muy difícil....), los cantantes cantaron perfectamente y sin perder la coordinación, y los chicos-hermanas se quitaron sus bigotes y se maquillaron, y parecían cuatro viejas solteronas de pueblo.

Y en una hora, se acabó todo. 5 meses de taller reducidos a apenas una hora sobre el escenario. Pero fue emoción suficiente....Aunque me ha dejado con ganas de más. A veces creo que soy masoquista.

Os dejo con algunas fotos:


Lela coquetea con el viejo farmacéutico don Saturio


Don Saturio, enamorado, recuerda las canciones que tocaba con sus compañeros en la tuna universitaria de Santiago de Compostela


Los fantasmas de sus amigos de la tuna vuelven a cantar "Están as nubes chorando...."


La Muerte, disfrazada de mendigo, visita la farmacia de don Saturio para insinuarle que su muerte está cerca


Don Saturio, pensativo, intentando entender lo que para él significa lo que le dice el mendigo


Las mujeres del pueblo cotillean sobre la boda de Lela con su novio el Carabinero


La Muerte se presenta sin disfraz en la farmacia de don Saturio, para llevarse su vida.


La Muerte arrebata el último aliento de don Saturio, que se ha suicidado con veneno de su propia farmacia


Las cuatro hermanas de don Saturio, cuatro viejas solteronas, lloran desconsoladas la muerte de su único hermano y sustento.


Los actores, antes de empezar


Al terminar la obra, fuera del auditorio, con el cartel de fondo.

4 comentarios:

Aakash dijo...

tengo una buena experiencia trabajar con todo de nuestro grupo aunque hemos hecho muchas tonterillas durante los ensayos...espero que hagamos otra vez....adiós saturio.... :-)

Ricardo dijo...

Representar esa obra tiene mérito, además del español hay que meterse algo en las costumbre y alma gallega!! Una pena que el técnico de sonido fallase¡Es la India! El que hace el personaje de D.Saturio parece muy metido en su papel. Creo que todos lo habéis pasado bien representado la obra. Lo tenéis merecido despues de tanto trabajo ¡Enhorabuena!

Indispania dijo...

Sí, el actor de don Saturio se metió en su personaje, efectivamente. La verdad es que son unos actores fantásticos. Ojalá me hicieran un poco más de caso, no solo cuando grito, pero bueno...

Anónimo dijo...

!Que artistas! y que bien hablan español!
Buen trabajo.

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