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lunes, noviembre 03, 2014

Las lenguas de India: del sánscrito al bengalí. (Parte I)

Lenguas indoeuropeas se extienden por los dos continentes entre los que vivo. Paso de un extremo a otro, de la frontera más oriental a la más occidental de los reinos lingüísticos. Cierto, la lengua indoeuropea más occidental es el islandés, pero el gallego también está en el abismo del Océano Atlántico. Por otro lado, el bengalí y el asamés son las lenguas indoeuropeas más orientales. Entre ellas, un amplísimo espectro de lenguas indoeuropeas se despliega, conviviendo con otras familias lingüísticas.

Trazar el origen del bengalí es trazar la historia de India. Desde los habitantes originales del subcontinente pasando por la invasión aria, sin olvidarnos de las invasiones turca, afgana, inglesa, portuguesa, francesa; una intrincada madeja que desenredar.

Pero hay buenas noticias: ya se ha desenredado. Lo hizo Suniti Kumar Chatterjee en su libro The origin and development of Bengali language, que contiene más de 1000 páginas en las que se relata el desarrollo histórico y lingüístico de la India aria, de la India indoeuropea.


Todo empezó hace mucho, mucho tiempo. Seguramente ya habéis oído hablar de la civilización del Valle del Indo, o Harappa, y de la ciudad de Mohenjo-Daro. Y si no habéis oído hablar de ellas, ya podéis ir viendo este vídeo de The Crash Course que explica lo básico. La India de Mohenjo-Daro es una India pre-indoeuropea, y su idioma está todavía sin descrifrar, aunque ya ha habido varios avances gracias a los persistentes intentos de leerlo (de entre los que uno de los más interesantes es, desde mi punto de vista, el de Rajesh Rao que podéis ver en TED Talks). La mayoría de los estudios - aunque no todos - están de acuerdo en que no es una lengua indoeuropea, sino dravídica, familia a la que pertenecen las lenguas que se hablan hoy en día en el sur de la India. A pesar de que todavía no se ha descifrado la lengua de Harappa, hay otras razones, para sostener la hipótesis dravídica:

1) En la zona de la actual Pakistán, se habla aún una lengua dravídica, el brahui, a flote rodeada de lenguas indoeuropeas. Hay otras pequeñas islas de lenguas dravídicas en el norte de India, de habla indoeuropea, cada vez más abundantes a medida que bajamos hacia el sur.

2) Las ideas escritas en los Vedas, sobre todo en el RigVeda, escritos en una lengua indoeuropea, son radicalmente diferentes de las ideas presentadas en los textos dravídicos más antiguos. Los Vedas muestran una perspectiva de la vida y del mundo típica de pueblos conquistadores y guerreros, acostumbrados a pelear, y hablan de caballos, carros, armas, etc. En los restos arqueológicos de la civilización del Valle del Indo, en cambio, no hay restos de caballos ni de carros (no tenían la rueda) ni de armas.

3) Las diferencias étnicas y genéticas entre los indios del norte y los del sur.

4) El sustrato dravídico que existe en las actuales lenguas indias. La compleja gramática de la lengua en que están escritos los Vedas siguió un proceso de simplificación influenciada por las dravídicas (simplificación del sistema temporal verbal, pérdida de las formas modales, y de los modos excepto el indicativo, etc.), y también ciertas modificaciones fonéticas (escasez de consonantes fricativas, presencia de consonantes retroflejas), rasgos típicos de las lenguas dravídicas. Las lenguas indoeuropeas no indias, incluso su más antigua lengua hermana, el avéstico, de la vecina Irán, no muestran esas características.


El mejor mapa lingüístico de India que he encontrado


A las lenguas de India se las llama "Indo-Arias", para diferenciarlas de las lenguas indoeuropeas no indias y de las lenguas indias no indoeuropeas, a partir del nombre común de "ario" que se ha dado a los diferentes pueblos y tribus de lengua y cultura indoeuropea que entraron por oleadas en India vía Mesopotamia (hipótesis que Chatterjee apoya por la similitud de algunos nombres mesopotámicos con palabras indias, las coincidencias entre algunas deidades y mitos, como el del Diluvio Universal, y por las pruebas arqueológicas de objetos Babilónicos encontrados incluso en la India Central). Las lenguas indoeuropeas que hablaban estos primeros grupos de invasores se denominan "Antiguo Indo-Ario" , y es una de estas lenguas la registrada en los Vedas, que por comodidad y a falta de un nombre mejor, se denomina Védico. Entre los cuatro libros de los Vedas hay algunas divergencias, lo que demuestra que los arios no eran un grupo unido que hablaba una sola lengua, sino que había pequeñas diferencias dialectales, como es natural en cualquier territorio amplio con concentraciones de población dispersas.

Las antiguas lenguas indo-arias evolucionaron en las líneas de simplificación que expliqué brevemente arriba, en el punto 4, como se ve en la lengua literaria que se eligió para escribir los Brahmanas, los siguientes textos religiosos y culturales más importantes después de los Vedas. En el territorio conquistado por los arios, que hacia el año 1000 a. C. se extendía desde lo que hoy es Afganistán hasta Bihar - el Aryavarta - se hablaban diferentes variantes de ese Antiguo Indo-Ario en un continuo en el que sólo las lenguas de tierras más cercanas serían claramente inteligibles. Era la lengua literaria (el Védico, la lengua de los Brahmanas) la que los unía de un extremo a otro.

Sin embargo, siguiendo el curso de evolución lingüística natural, las lenguas vernáculas se distanciaban cada vez más y más de aquella lengua literaria en la que se escribía - y también unas de otras. Durante los siglos VII y VI a.C., los sacerdotes y profesores Brahmins y la aristocracia guerrera Ksatriya - es decir, las clases altas - intentaron por todos los medios preservar la pureza de su lengua, marcar claramente la diferencia entre su lengua y las lenguas "vulgares" que hablaba la mayoría de la población. Para ello intentaron acercar sus dialectos al Védico de los antiguos textos, especialmente en cuestiones fonéticas. Esto afectó sobre todo en la zona más oriental, la zona de lo que es hoy Bihar, antes Magadha, puesto que era la más divergente de todas, al estar en la frontera y con una mayor influencia de la población dravídica original, además de otras tribus indígenas, como los Kol. Es decir, que en esta zona había una mayor diferencia entre la lengua ideal que las clases altas querían hablar y mantener, y las lenguas vernáculas y las variaciones dialectales de éstas que hablaba el pueblo llano.

De hecho, estas lenguas orientales estaban estigmatizadas, y se consideraban mejores las lenguas y dialectos del Noroeste (lo que es hoy Afganistán y Pakistán). Prueba de ello es que en las obras de teatro de la época, las clases bajas hablaban en Magadhi, aunque en un dialecto depurado y literario; pero éste nunca era usado por los personajes pertenecientes a clases altas. También se menciona en el Kausitaki Brahmana:

"tasmaad udiicyaam disi pra-jñata-taraa vaag udyata,
udanñca u eeva yanti vaacam siksitum, yoo vaa tata aa
gacchati, tasya vaa susruusanta iti."

"En las tierras del norte el habla es pronunciada con mayor claridad,
y hacia el norte van los hombres a aprender a hablar,
y aquel que vuelve de allí es escuchado por todos."
(traducido por mí al español desde la traducción al inglés, no del original, no os vayáis a pensar)

Además, en la actual Afganistán estaba la antigua región de Gandhara, donde existía una ciudad, Takhsashila, en la que había una famosa universidad, donde se enseñaba en una lengua indo-aria muy cercana al Védico. Allí vivía Panini, el primer intelectual indio que compiló una gramática de la lengua literaria depurada que él mismo estandarizó al escribir su gramática, titulada Astadhyayi, en el siglo V a.C. Panini llamó a esa lengua literaria "samskrta" (construida, refinada), es decir, el sánscrito. Para él, que vivía en la zona más al noroeste, esta lengua literaria era muy cercana a la lengua que hablaba, aunque fuera más depurada, por lo que la llamó también "laukika", es decir, "de la gente". Sin embargo, el siguiente intelectual en escribir una gramática del sánscrito, Patañjali, lo denominó "deva-bhasa", es decir, "lengua de los dioses"; tres siglos después del Panini, en el II a.C.

El sánscrito era la lengua literaria, administrativa y oficial, en la que se escribían los documentos importantes, las inscripciones en piedra que dejaban los reyes, las obras literarias; pero como lengua viva, hablada, sólo se usaba en la corte. Y como toda lengua que se habla, enseguida empezó a mostrar divergencias de unas regiones a otras. Pero, a pesar de todo, era la lengua franca, la lengua en la que se entendían de oeste a este y de norte a sur de Aryavarta. Un poco como fue el latín en Europa en la Edad Media. Todo lo que se escribía se adaptaba a las reglas dictadas por Panini, que se consideraban el "cómo debía ser" la lengua literaria en su perfección. Las canciones, leyendas, cuentos que habían pertenecido a la lengua oral y se registraban por escrito, también se modificaban para acercar su idioma lo más posible al sánscrito prescrito por Panini.

No obstante, algunas formas eran prácticamente imposibles de cambiar y se preservaban tal cual, justificando su presencia en el texto diciendo que "así lo dijeron los sabios (rishis)". Además, las personas que sabían escribir y creaban o transcribían, habían aprendido el sánscrito como una segunda lengua, pero ellos hablaban en su vida diaria sus lenguas vernáculas maternas, algunas ni siquiera indo-europeas, sino dravídicas. Por lo tanto, no podían evitar usar en sánscrito expresiones calcadas de sus lenguas maternas, puesto que su trabajo era, en cierto modo, una traducción. Poco a poco fueron ejerciendo una influencia sobre el sánscrito como lengua, que gracias a ellos no se quedó petrificada en la gramática de Panini, sino que fue evolucionando, cambiado su morfología en favor de raíces provenientes de lenguas vernáculas, aumentando su vocabulario con palabras dravídicas e incluso con préstamos del griego o del persa, alterando su sintaxis, simplificando más y más su sistema verbal.

Estamos ya no en la época del Antiguo Indo-Ario, sino que hemos entrado en la era del Indo-Ario Medio.

Y hasta aquí puedo leer, por ahora.



Nota: No le he puesto - ni le voy a poner - los símbolos diacríticos al sánscrito porque no sé cómo hacerlo. Si algún día descubro cómo conseguirlo de una manera sencilla, los añadiré.

lunes, mayo 12, 2014

La celebración de la unión en el canto a la separación: Rabindranath Tagore y Kalidasa


Estos ojos cumplieron 153 años esta semana. Y digo cumplieron, no habrían cumplido, porque Rabindranath sigue muy vivo todavía. Su recuerdo se está desvaneciendo, cierto, y parece cada vez más una pieza de museo, una reminiscencia como eso de "todo el pasado fue mejor", una perspectiva que lo separa totalmente del presente, que crea una barrera entre él y los que lo recuerdan. Sin embargo, usando un símil del propio Tagore, a la flor artificial dentro de casa hay que quitarle el polvo todos los días para que luzca, pero a la flor del bosque no hay que hacerle nada para que luzca bonita. No requiere mantenimiento. Sólo requiere que la vayamos a buscar al bosque y la miremos. Lo mismo pasa con Rabindranath: sus libros, sus retratos, que llenan las casas bengalíes (y poco a poco, la mía también) podrán llenarse de polvo, pero si le miramos a los ojos - como en la foto de arriba - o le buscamos en la lectura, nos deslumbra sin artificios. No hay polvo que pueda deslucir sus palabras. Y por suerte, tenemos muchas de ellas.

Cada vez que leo algo suyo, cuentos o novelas, ensayos, poemas o canciones, me quedo embelesada por lo sublime de la expresión y la profundidad del contenido. Últimamente he estado leyendo una colección de sus ensayos y artículos sobre literatura y sobre la lengua bengalí, en una edición traducida al inglés con anotaciones e introducción por Sisir Kumar Das, uno de los historiadores y críticos literarios más importantes de Bengala. Das también es un genio del análisis, y su prosa - la mayoría de sus ensayos los escribía directamente en inglés - es clara y aguda, perfecta para su propósito: explicar con la mayor sencillez posible los intrincados hilos de la literatura. Si tenéis algún interés por aprender sobre la historia de la literatura india, Sisir Kumar Das es la mejor opción. 

En este libro, Selected Writings on Literature and Language, se resume el papel que Rabindranath tuvo en la creación de la critica literaria en Bengala, que era prácticamente inexistente hasta el siglo XIX. Su tarea no sólo se centra en la crítica literaria de sus contemporáneos, sino que mira atrás, a la antigua literatura en sánscrito, y a su alrededor, a la literatura popular y de tradición oral, algo que nadie consideraba en aquel entonces digno de ser llamado "literatura". Estos esfuerzos son coherentes con su filosofía de la unión de los seres humanos en armonía: trata de unir el pasado con el presente, la clase alta, con sus escritores versados en la cultura occidental y en el inglés, con las clases populares y rurales, ignorantes de todo aquello que los altos urbanitas admiraban. Juntar el pasado con el presente, juntas a las personas más allá de sus clases sociales y sus diferencias económicas, más allá de las fronteras lingüísticas o nacionales, para el beneficio de todos que resultaría de esta unión: esa era la misión que daba sentido a su vida. 

Juntar, precisamente, es el significado etimológico de la palabra bengalí para literatura, "sahitya". Y es que no se puede negar que la literatura nos acerca los unos a los otros, más allá de distancias geográficas, temporales o sociales. Sólo hay que abrir un libro de Rabindranath para estar con él, sólo tengo que escribir en este blog para estar con vosotros. Yo os hablo de Rabindranath Tagore, y por unos instantes estáis con él, mientras que cuando él escribe sobre Kalidasa, un poeta de la época clásica sánscrita, del silgo V d.C, por unos instantes yo también estoy con él. Y así sucesivamente.

Según Sisir Kumar Das, posiblemente el Meghadutam de Kalidasa fuera el poema favorito de Tagore. Que Rabindranath tuviera un sólo poema favorito me parece algo difícil de creer, pero si uno de ellos era Meghadutam, eso ya nos dice todo lo que necesitamos saber: que tenemos que leer el poema nosotros mismos ya!

Al parecer, Rabindranath escuchó este poema de joven, leído en boca de uno de sus hermanos mayores, en unos días de lluvia incesante durante el monzón, con el cielo oscurecido por las nubes, cuando todavía no sabía sánscrito y no podía entender las palabras del poema. A pesar de eso, o quizá precisamente por eso, los versos le hechizaron. Si podéis, apagad las luces de casa, o bajadlas, y escuchar un fragmento del Meghadutam vosotros mismos, todavía sin entender nada de lo que significa.


No sé quién es este hombre que recita, aparte de que es bengalí por su nombre, pero realmente le felicito. Ojalá recitara el poema entero, y no sólo un fragmento...

Imaginemos una densidad oscura, una intensidad lluviosa. Imaginemos a ser niños de nuevo y escuchar un poema musical en una lengua extraña. ¿Qué sentiríamos entonces? ¿Qué habría sentido Rabindranath? Escuchemos otra vez.

kaścit kāntāvirahaguruṇā svādhikārāt pramattaḥ
śāpenāstaṃgamitamahimā varṣabhogyeṇa bhartuḥ
yakṣaś cakre janakatanayāsnānapuṇyodakeṣu
snigdhacchāyātaruṣu vasatiṃ rāmagiryāśrameṣu


Vamos con el significado del poema. Yo no soy quien de traducir del sánscrito, así que vais a permitirme citar la traducción al inglés de McComas Taylor, que a pesar de estar traducida a prosa, es tremenda, y sobre todo, fiel, que es lo que os importa ahora, seguro, conocer el significado exacto de tan exótico cántico:

"A certain yaksha who had been negligent in the execution of his own duties, on account of a curse from his master which was to be endured for a year and which was onerous as it separated him from his beloved, made his residence among the hermitages of Ramagiri, whose waters were blessed by the bathing of the daughter of Janaka and whose shade trees grew in profusion."

"Un yaksha quien habiendo sido negligente en la ejecución de sus deberes, por una condena de su señor que había de ser soportada durante un año y que le resultaba ominosa ya que le separaba de su amada, se alojó con los ermitaños de la Colina de Rama (1), cuyas aguas habías sido bendecidas al contacto con la piel de la hija de Janaka (2) y cuyos abundantes árboles regalaban sombra"

(1) Ramagiri
(2) Sita, la esposa de Rama.

Meghadutam es conocido en inglés como The Cloud Messenger, La Nube Mensajera. En este poema, un yaksha - un semidiós de la mitología hindú - se encuentra cumpliendo una condena de destierro por un año, por desatender sus funciones en el palacio del rey Kubera - el dios de la riqueza-, rey de Alaka, una hermosa ciudad en los Himalayas (que es donde viven los dioses, es el Olimpo de los dioses hindúes). Este año de destierro debe pasarlo en la parte central de India, en Madhya Pradesh, más exactamente en las montañas donde el héroe Rama también sufrió sus años de exilio - exactamente en Chitrakut, si recordáis mis entradas sobre mi viaje a Madhya Pradesh, ahí está. Pero esto yo no lo sabía hace un año - , un lugar seco y cálido, que no tiene nada que ver con su ciudad alpina. Sin embargo, lo que realmente causa dolor al yaksha es la separación de su esposa, y está consumido por la nostalgia. Tanto añora a su amada, que después de haber sufrido ya seis meses de exilio, cuando se acerca la temporada de lluvias (que empieza en junio-julio, en el tercer mes del calendario indio, Ashar), desesperado le suplica a una nube que vaya al norte y le lleve un mensaje a su amada, y que vuelva con noticias de ella. El poema es la súplica del yaksha a la nube, que le explica la ruta para llegar a Alaka, y cómo encontrar a su esposa, y las palabras que debe decirle.

El poema no es excesivamente largo. Sus 115 estrofas - aunque algunas versiones contienen 110, otras 120 - se suelen separar en dos secciones, aunque esto no está abiertamente dividido en el texto: Purvamegham (la nube primera), que describe la condición del yaksha y la ruta a seguir por la nube mensajera, y Uttaramegham (la nube última), que describe el esplendor de Alaka y a la esposa del yaksha, y contiene el mensaje que la nube debe transmitir. Está escrito en un tipo de verso llamado mandakranta, que normalmente se agrupa en cuartertos, y que es muy musical a pesar de no ser rimado. Cada verso consta de 17 sílabas, divididas por dos cesuras, una tras la sílaba 4 y otra tras la sílaba 10, formando un patrón de 4+6+7=17, lo que crea el ritmo musical que escuchamos al recitarlo.

kaścit kāntā / virahaguruṇā /svādhikārāt pramattaḥ

Kalidasa expresa en este poema el dolor, la aguda aflicción que produce la separación. El yaksha intenta sobreponerse a ella, y llevado por el desespero, intenta usar a una nube para reunirse con su amada. ¿Por qué no pide a un ser humano, o a un pájaro al menos, a un ser sólido y con voz, que transmita su mensaje? Eso quizá tendría más sentido, pero la separación forzosa nos hace perder el sentido. Para superar la desolación el yaksha hace algo muy humano: usa el poder de la imaginación para consumar la reunión. Envía a una nube mensajera. Este es el poder de la literatura, el poder de la unión.

Kalidasa nos hace saborear la añoranza del yaksha con descripciones muy detalladas y visuales. Nos regala un paraíso imaginativo, de imágenes y de la imaginación, y es capaz de transformar el dolor en una delicia. Unos ejemplos:

(Estrofa 2)

tasminn adrau katicid abalāviprayuktaḥ sa kāmī 
nītvā māsān kanakavalayabhraṃśariktaprakoṣṭhaḥ 
āṣāḍhasya prathamadivase megham āśliṣṭasānum
vaprakrīḍāpariṇatagajaprekṣaṇīyaṃ dadarśa


That lover, separated from his beloved, whose gold armlet had slipped from his bare forearm, having dwelt on that mountain for some months, on the first day of the month of Asarha, saw a cloud embracing the summit, which resembled a mature elephant playfully butting a bank. 

Ese amante, separado de su amada, cuyo brazalete de oro se deslizaba ya de su desnudo brazo, habiendo pasado en aquella montaña algunos meses, en el primer día del mes de Ashar (1), vio abrazando la cima a una nube que parecía un elefante adulto jugueteando y chapoteando en una orilla.

(1) Ashar es el nombre moderno (en bengalí) del mes de Asarha: el tercer mes del año indio (que empieza a mitad de abril), y que es el primer mes del monzón.


Cuyo brazalete de oro se deslizaba ya de su desnudo brazo... El amante, consumido por la nostalgia, ha adelgazado tanto que su pulsera se le cae del brazo al que antes se ajustaba perfectamente. No sé si este es un topoi, porque lo he leído en unos poemas tamiles supuestamente más antiguos que el de Kalidasa, pero sea cómo sea, es precioso. Y la nube gris es un elefante adulto, un animal poderoso, inteligente y muy apreciado en India. Esta metáfora se repite a lo largo del poema muchas veces, por ejemplo en la estrofa 54, dice que es un "elefante de los dioses"; es el yaksha intentando halagar a la nube para que así no rechace su petición de ayuda. En otra extraordinaria estrofa (la 62), el yaksha compara a la nube de lluvia con el sólido y brillante negro del kohl, el polvo natural con el que las mujeres indias delinean y realzan la forma de sus ojos.

El yaksha se deshace en llamamientos al corazón de la nube en más de una ocasión, para intentar convencerla. Aquí transcribo otro de los más curiosos:

Estrofa 12

āpṛcchasva priyasakham amuṃ tuṅgam āliṅgya śailaṃ
vandyaiḥ puṃsāṃ raghupatipadair aṅkitaṃ mekhalāsu
kāle kāle bhavati bhavato yasya saṃyogam etya
snehavyaktiś ciravirahajaṃ muñcato bāṣpamuṣṇam 

Having embraced your dear friend, that lofty mountain, marked on its flanks by the feet of the lord of Raghu which are worshipped by men, take your leave. Year after year, having come for union with it, there is a display of affection on your part—you who release hot tears born of long separation. 

Una vez que hayas abrazado a tu querido amigo, esa altiva montaña, marcada en sus faldas por los pies del señor de Raghu (1) que los hombres consideran sagrados, prosigue. Año tras años, tras haberte unido a ella, das una muestra de tu cariño - tú que liberas cálidas lágrimas nacidas tras una larga separación.

(1) Rama

El yaksha, con su ingenio tan agudizado como ofuscado por el dolor y la nostalgia, apela a los sentimientos de la nube, haciéndola ponerse en su lugar, relacionando el sufrimiento de la nube alejada de la montaña que tanto ama, con el suyo propio, a kilómetros de distancia de su esposa. ¿A quién no convencería esta súplica? Todos los lectores quisiéramos inmediatamente convertirnos en nubes para ayudarle.

Otras veces, el yaksha es un poco más agresivo. Por ejemplo en la estrofa 17 dice:

na kṣudro 'pi prathamasukṛtāpekṣayā saṃśrayāya
prāpte mitre bhavati vimukhaḥ kiṃ punar yas tatthoccaiḥ

Even a lowly being, remembering an earlier kind deed, does not turn its back on a friend who has come for refuge; how much less, then, one so lofty?

Incluso un plebeyo, recordando un amable favor anterior, no da la espalda a un amigo que ha venido buscando refugio; ¿cómo podría, entonces, un ser tan noble (como tú)?

Además de estos argumentos tan emotivos, el yaksha, que quiere que la nube se identifique con él y con su dolor, intenta atraer la curiosidad de la nube con las cosas que a él le resultan más atractivas: las mujeres. Le promete la visión de unas jóvenes chicas, blancas como el jazmín y perfectas como la flor de loto, que esperan sin saberlo la amistad de la nube, que posará por unos instantes su sombra sobre sus bellos rostros (estrofa 27):  "chāyādānāt kṣaṇaparicitaḥ puṣpalāvīmukhānām" /"you who have made a momentary acquaintance with the flower-picking girls by lending shade to their faces"  / "tú, que al prestar tu sombra sobre las caras de las chicas que recogen flores has entablado amistad con ellas un instante". También le promete el placer de ver las "temblorosas pestañas" de las mujeres atemorizadas por el relámpago en la ciudad de Ujjain (estrofa 28), por poner algunos ejemplos.

Pero las mujeres no son la única atracción que la nube puede encontrar en su camino. Las descripciones de los paisaje sobre los que pasará en su viaje son fascinantes. Nosotros también queremos hacer ese viaje, queremos sobrevolar esos valles, esos ríos, esos bosques, esas cumbres nevadas, esas ciudades.

Estrofa 29:

vīcikṣobhastanitavihagaśreṇikāñcīguṇāyāḥ
saṃsarpantyāḥ skhalitasubhagaṃ darśitāvartanābhaḥ
nirvindhyāyāḥ pathi bhava rasābhyantaraḥ saṃnipatya
strīṇām ādyaṃ praṇayavacanaṃ vibhramo hi priyeṣu

On the way, after you have ascended to the Nirvandhya River, whose girdles are flocks of birds calling on account of the turbulence of her waves, whose gliding motion is rendered delightful with stumbling steps, and whose exposed navel is her eddies, fill yourself with water, for amorous distraction is a woman’s first expression of love for their beloved.

En el camino, después de subir hacia el río Nirvandhya, cuyos collares son las bandadas de pájaros cantando por la turbulencia de sus aguas, cuyo fluído movimiento se convierte en admirable cuando tropieza con las piedras, y cuyos remolinos muestran su ombligo, llénate tú de agua, puesto que la primera expresión amorosa de una mujer por su amado es la desatención.

Los ríos, en sánscrito y en la mitología hindú, son todos mujeres: quizá porque el agua es la vida. Los pájaros son los adornos del río, el fluir de sus aguas es como los andares de una mujer, que se desliza y balancea y cuando da un traspiés contra las rocas del lecho del río, es todavía más dulce. Pero mi metáfora favorita son los remolinos que exponen a la vista el ombligo del río, como una mujer en sari, que según se mueva, muestra o esconde su ombligo de nuestros ojos.

Hacia el final del poema, cuando por fin la imaginación del yaksha llega a su casa en Alaka, y explica a la nube mensajera cómo encontrar a su esposa y qué debe hacer para transmitirle el mensaje, Kalidasa describe su dolor de una manera intensa, a través de la descripción externa de las acciones de la mujer, y muestra un entendimiento muy profundo de la nostalgia amorosa, que yo no puedo evitar preguntarme qué separaciones habrá sufrido Kalidasa en su vida.

(Estrofa 26 de la segunda parte)

utsaṅge vā malinavasane saumya nikṣipya vīṇāṃ
madgotrāṅkaṃ viracitapadaṃ geyam udgātukāmā
tantrīm ārdrāṃ nayanasalilaiḥ sārayitvā kathaṃcid
bhūyo bhūyaḥ svayam api kṛtāṃ mūrcchanāṃ vismarantī 

Or having placed a lute on a dirty cloth on her lap, friend, wanting to sing a song whose words are contrived to contain my name, and somehow plucking the strings wet with tears, again and again she forgets the melody, even though she composed it herself

O habiendo colocado un laúd sobre una sucia tela en su regazo, amiga (1), queriendo cantar una canción destinada a contener mi nombre entre sus palabras, y de alguna manera rasgando las cuerdas con sus lágrimas y humedeciéndolas, una y otra vez ella olvida la melodía, a pesar de haberla compuesto ella misma.

(1) a lo largo del poema el yaksha se autodenomina "amigo" y "hermano" de la nube, a su esposa la "esposa de tu hermano", y aquí por fin, llama amiga a la nube.

La esposa del yaksha, sollozando, pensando continuamente en su esposo, desatiende las tareas de la casa, como se olvida de lavar las telas, y se olvida hasta de las canciones que quiere cantar en memoria de su amado. ¿Es que hace falta decir que está desolada?

Y tras tantas estrofas que despiertan en nosotros el sabor de la pena (la karuna rasa), al mismo tiempo se despierta en nosotros una curiosidad inmensa. ¿Cuál es el mensaje que el yaksha desea decir a su esposa? ¿Nos dirá Kalidasa cuáles son esas palabras? Pues sí:

(Estrofa 42 de la segunda parte)

aṅgenāṅgaṃ pratanu tanunā gāḍhataptena taptaṃ 
sāsreṇāśrudrutam aviratotkaṇṭham utkaṇṭhitena 
uṣṇocchvāsaṃ samadhikatarocchvāsinā dūravartī
saṃkalpais tair viśati vidhinā vairiṇā ruddhamārgaḥ

He whose path is blocked by an invidious command and is at a distance, by means of these intentions, unites his body with yours, the emaciated with the emaciated, the afflicted with the even more deeply afflicted, that which is wet with tears with that which is tearful, that whose longing is ceaseless with that which is longed for, that whose sighs are hot with that whose sighs are even more numerous.

Él cuyo camino está bloqueado por una odiosa orden y quien está lejos, por medio de mí, une su cuerpo con el tuyo, lo consumido con lo consumido, lo afligido con lo aún más profundamente afligido, aquello que está húmedo de lágrimas con aquello que está lloroso, aquello cuya añoranza es infinita con aquello es añorado, aquello cuyos suspiros son cálidos con aquello cuyos suspiros son aún más numerosos.

El yaksha dicta estas palabras a la nube, imaginando que él mismo es la nube diciéndoselas a su esposa recién levantada, observándola por la ventana de su dormitorio. La unión, por fin, imaginada pero unión al fin y al cabo, de las dos nostalgias y las dos tristezas por medio de un cuarteto: los versos son sólo un medio, como la nube, la nube es el poema y nos unimos a Kalidasa al leerlo, nos unimos al corazón humano al leerlo. El poema de la separación es un canto a la unión: 

"Oh, nube, tu esplendor realzado por la temporada de lluvias, ojalá nunca nada te separe de tu consorte, el relámpago.

Para terminar, os dejo con los invisibles hilos que unen a Rabindrantah con Kalidasa, más allá de sus ensayos o de su admiración por el poeta clásico: son sus canciones las que son una celebración del Meghadutam. Si bien Tagore jamás intentó traducir el poema al bengalí, creo que lo que sí intentó, consciente o inconscientemente, fue trasladar el sentimiento de separación, el anhelo de la unión, y la temática de las nubes y la lluvia, en sus famosas canciones. Muchas de ellas hablan de las nubes, y muchas otras, de la lluvia, especialmente del mes de Ashar, el primero del monzón. Escuchad estas dos:

Abar Esechhe Ashar (El monzón ha regresado)


El monzón ha regresado, cubriendo el cielo
a través del viento se huele la lluvia
este viejo corazón mío aún estalla de alegría
al ver a las nuevas nubes condensarse
sin prisa sobre los verdes campos cae la sombra de las nubes negras
"¡Ya llega!", grita el corazón, "¡Ya llega!", canta esta canción
Ha llegado a la mirada, se apresura al corazón.

Bahu yuger opar hote (Después de muchos muchos años)



Después de muchos años he recordado el monzón,
en un verso del poeta con el relámpago y la lluvia que gotea.
Las guirnaldas de flores unidas se balancean y se mezclan con el polvo,
hoy su fragancia fluye en el viento lloroso.
Ese día sin razón aparente llegaron las nubes a la orilla
el agua se derramaba sin razón aparente sobre la verde orilla.
Sin pestañear la guirnalda de nubes se extendía hacia el camino,
como la visión de la sombra de una nube negra a mi memoria.

Tumi Shandhyar Meghamala (Tú eres la guirnalda de nubes del crepúsculo)


Esta canción fue traducida por el propio Rabindranath al inglés para la colección que se recogió bajo el título The Gardener, así que permitidme que cite su traducción directamente, sin duda alguna mejor de que lo que yo soy capaz de hacer:

You are the evening cloud floating in the sky of my dreams.
I paint you and fashion you ever with my love longings.
You are my own, my own, Dweller in my endless dreams!
Gleaner of my sunset songs!

Your lips are bitter-sweet with the taste of my wine of pain.
You are my own, my own, Dweller in my lonesome dreams!
Of the depth of my gaze!

I have caught you and wrapt you, my love, in the net of my music.
You are my own, my own, Dweller in my deathless dreams!
Your feet are rosy-red with the glow of my heart's desire,
With the shadow of my passion have I darkened your eyes, Haunter!



Nota curiosa: Neruda escribió su poema 16 de Veinte poemas de amor y una canción desesperada basándose en esta traducción al inglés de la canción original en bengalí. Veamos su transcreación:


En mi cielo al crepúsculo eres como una nube 
y tu color y forma son como yo los quiero. 
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces, 
y viven en tu vida mis infinitos sueños. 

La lámpara de mi alma te sonrosa los pies, 
el agrio vino mío es más dulce en tus labios: 
oh segadora de mi canción de atardecer, 
cómo te sienten mía mis sueños solitarios! 

Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa 
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda. 
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo 
estanca como el agua tu mirada nocturna. 

En la red de mi música estás presa, amor mío, 
y mis redes de música son anchas como el cielo. 
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto. 
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.


Demasiadas cosas para una sola entrada, ¿no?



* La traducción al inglés de McComas Taylor está disponible aquí: http://chl.anu.edu.au/languages/sanskrit/meghaduta_english.pdf

sábado, julio 20, 2013

De visitas e idiomas

El otro dia vino a verme un alumno del taller de teatro y del taller de debate, ya un amigo con el que hay un amplio tráfico de libros, Subhas. Si recordáis, para los lectores más asiduos, mis aventuras cerca de Bangladesh, en un pueblo en el que pasé una noche para dar una charla sobre España y visitar la sede-comuna(-biblioteca, hay que añadir) de un partido comunista bengalí, Subhas fue el que tuvo la idea de llevarme allí. ¿También hablé de una revista trilingüe que estaba ayudando a empezar? Pues también fue idea suya. 

Lo cierto es que a Subhas no le faltan las ideas. Aunque pensaba que venía a verme para preguntarme unas dudas que le estaban asaltando con la novela que está traduciendo del español al bengalí, en realidad vino para contarme las ideas y proyectos, de aquí a diez años, en las que esperaba contar con mi ayuda. Algunas a corto plazo (la traducción de esa novela), o a medio (más charlas en Bongaon, y pasar más tiempo allí), otras a largo (la revista) o larguísimo plazo (una escuela comunal para niños con talento donde se enseñarían lenguas, arte y matemáticas, gratis  y donde contarían con profesores extranjeros visitantes - ahí es donde entra mi participación en el asunto). Me encanta ver que tiene tanta iniciativa, ganas y estrategias para hacer cosas, y que son todas siempre para ayudar a su comunidad. Aparte de la escuelita que ya tiene. Ojalá hubiera más gente así en el mundo. O quizá ya la haya pero nadie les conoce...

Bueno, aparte de esta visita, he tenido otra visita sorpresa de un ex-alumno que planea repetir curso para compensar el mal año anterior, y terminar lo que había empezado. Estuvimos tomando un té después de clase, y con un tacita de té pasamos hablando media hora, en una de estas addas bengalíes, sobre todo tema bajo el sol: desde de las clases, pasando por algunos compañeros de clase y amigos, por la situación del Tíbet, a lo bueno que es cocinar uno mismo y limpiar sus platos, o a cómo elegir los mejores vegetales en el mercado.

Me gustan estas charlas que podrían ser interminables, y me hace gracia los idiomas como van cambiando en el medio de la conversación. De unas palabras en español, al inglés, a algo de bengalí, al inglés otra vez, bengalí por aquí y por allá, alguna palabra en español de nuevo... Parece una ensalada.

Pero especialmente, me fascina el modo en el que los propios indios hablan entre sí, mezclando lenguas, eligiendo - todavía no se cómo - una de ellas a la hora de dirigirse a alguien. Si es un extranjero lo normal es que usen el inglés, pero si son indios, a veces se hablan en inglés también, aunque la mayoría sea en hindi y en bengalí.

Eso del inglés es algo supercurioso. Me he dado cuenta de que cuando hay un grupo de pijos indios, del estado que sean, hablan en inglés. A veces mezclan sus lenguas con el inglés, vale, pero sobre todo usarán inglés. Les da... no sé, un status. Me parece que están exhibiendo su inglés como si este fuera arte moderno, para parecer guays y que nadie les entienda.

Me sorprende más todavía cuando, por ejemplo en una cafetería, se dan cuenta de que estoy ahí, a poca distancia, que puedo oírles y que soy extranjera. Como en Japón, aquí, inmediatamente, si uno es extranjero, es seguramente estadounidense (o en su defecto, francés), y me da la impresión de que de pronto, usan más inglés para que yo les escuche. Esto me pasó hace una semana en una cafetería. Estaba yo allí con mi café y mi libro tranquilamente, cuando llegaron dos chicas marwaris, que se sentaron al lado y se pusieron a hablar animadamente....en inglés. Lanzándome miraditas de vez en cuando (supongo que porque aquí nadie lee libros en cafeterías), a los cinco minutos llega otra chica que se une al grupo y empieza a hablar..en hinglish (hindi + english), mezclando a cada frase una lengua distinta. Poco a poco, a medida que empiezan a olvidarse de mí y van a lo suyo, el hindi aparece cada vez más, quizá también por influencia de la tercera chica, que en realidad no era ya tan chica, sino una mujer de unos 35 años, mientras que las otras dos, como mucho, tenían 25.

Me impacta mucho la expectativa que la gente tiene sobre en qué idioma voy a empezar a hablar, por ejemplo, en una tienda. Si es un puestecillo en la calle, enseguida aceptan mi bengalí, por malo que sea, y me responden en bengalí y todo fluye. Si es una tienda en un centro comercial, o un tienda en un local de un edificio, un lugar de esos con suelos blancos y aire acondicionado, se casi asustan cuando me escuchan en bengalí, porque esperaban inglés, y no son capaces de aceptarlo fácilmente: les cuesta hablarme en bengalí. Aunque algunos sonríen y enseguida me preguntan qué de dónde soy y dónde he aprendido bengalí y tal y cual, y se ponen a hablarme despacito para que yo les entienda mejor. Otros, se niegan a usar bengalí y me hablan directamente en inglés, sin importarles la lengua que yo intente hablar. 

Otros, los emigrantes que han llegado a Calcuta desde otros estados, enseguida intentan hablarme en hindi: por ejemplo, los de las dos tiendas donde suelo comprar yogur (que son de la misma familia). Me han preguntado mil veces que por qué no sé hindi, por qué no aprendo hindi en lugar de bengalí. Está claro que quieren comunicarse mejor conmigo y como su bengalí no es bueno, ni el mío tampoco, y no saben inglés, su esperanza es el hindi. Y no sólo ellos, en otras tiendas y oficinas ya me ha pasado que al empezar yo en bengalí, enseguida se pasen al hindi, como si yo no fuera capaz de reconocer que no son bengalíes y que compartimos una lengua común en la que podríamos hablar. No se les ocurre pensar que haya aprendido una sin aprender la otra.

Pero, yo me pregunto, ¿cómo podrá un extranjero aprender hindi o bengalí, si apenas se enseñan en ninguna academia?

sábado, julio 21, 2012

Palabrejas y palabrillas

Dicen por ahí que el bengalí es la lengua más dulce de India. No estoy en desacuerdo: en la mayoría de las palabras comunes abundan las consonantes sonoras, las bilabiales, y las nasales como b, d, p, m, n; además de muchas "sh".

Pero en mi humilde opinión, en bengalí no es solo una lengua dulce. Es una lengua graciosa y musical. Escucharla es como que te hagan cosquillas en el oído. Por ejemplo, la palabra "cosquillas": katukutu. Pero además de esa, que suena a la parte graciosa de las cosquillas, la parte de la risa, hay otra palabra también: shurshuri, que suena a la parte dulce y tierna del hecho de que alguien te haga cosquillas acariciándote.

El bengalí está lleno de palabras que riman consigo mismas, que son una anáfora en sí mismas. Me encantan, porque tienen poesía y ritmo. Entre esas palabrejas y la entonación del bengalí, parece música. Ya no somos los gallegos los únicos que cantan cuando hablan. 

Unos ejemplos ilustrativos:

taratari - rápido, pronto
kachakachi - "al ladito"
maramari - pelea, o para que en español no quedemos mal, yo diría "rifirrafe" (aunque quizá rifirrafe sea demasiado ligero para maramari) ^Efectivamente, tras comentarlo, parece que "rifirrafe" se diría hostahosti, y que maramari es una pelea ya en serio.
elomelo - desorden, lío
katakuti - el juego del tres en raya
chupchap - silencioso
majhe majhe - a veces
shokal shokal - temprano (en realidad, es la palabra "mañana" repetida...muy de mañana es temprano, sin duda)
Y tres que me encantan: tolmol (brilla el agua, reflejar), chokchok (despedir destellos metálicos) y jholmol (centellear los ojos). Sí, nosotros también tenemos palabras, pero son menos sugerentes al oído. O tal vez es que las tengo muy oídas. Es un poco como en japonés, donde las estrellas brillan con kirakira suru y las sonrisas (sí, las sonrisas) brillan con nikoniko suru.

Son mucho de repetir palabras para darle un énfasis al significado, como lo de shokal shokal. También tenemos: aste aste (despacito, poco a poco), dekhte dekhte (que viene a significar lo mismo que el anterior, aunque significa "mirando mirando"), hajar hajar (mil mil, vamos, un mogollón), y si sigo no acabaría nunca

En español también tenemos palabras graciosas de este estilo, como la de rifirrafe: batiburrillo (mezcla desordenada de cosas), pelele (tonto sin personalidad), guirigay (confusión ruidosa, griterío de gente), mequetrefe (persona inútil pero presuntuosa), tiquismiquis (persona muy remilgada, escrupulosa o maniática), cachibache (manera coloquial de llamar a un objeto cuyo nombre hemos olvidado o no nos interesa decir), recoveco (sitio escondido, difícil de encontrar)... Me gustan estas palabras rimbombantes.

Pero algo que no tenemos en español es la costumbre de los bengalíes cuando hablan coloquialmente de decir el nombre de una cosa, por ejemplo, agua (jol), y añadirle una especie de sufijo que rima con esa palabra pero que no significa nada: jol-thol. Y en lugar de decir, "dame agua" (jol deben), dicen "dame agua-pagua" (jol-thol deben). Yo es que me parto cada vez que lo oigo. Boi-toi (libro-mibro), poisha-doisha (dinero-linero), golpo-tolpo (charla-parla), cualquier palabra vale. 

Es una pena que no tengamos algo así en español (aunque me recuerda al uso que le damos a los diminutivos -ito/a, -eto/a, -uelo/a, etc). De todos maneras, esto me ha hecho recordar a los argentinos, a sus curiosas palabras (curiosas para mí, claro) y a su forma de hablar coloquial en la que le dan la vuelta a las palabras: en vez de decir "qué lío", tenemos "qué quilombo" y de ahí, pasamos a "qué bolonqui". Inventiva, que no nos falte.

miércoles, febrero 22, 2012

Bangla II

Como prometí, voy a poner algunas frases básicas y útiles en bangla:

Nomoshkar - Hola, aunque la mayoría de la gente usa "hello"o "hi", que suena más moderno quizá.

Kemon acho?- ¿Cómo estás?
Kemon achen?-¿Cómo está usted?

Pero también podemos decir:
Ki khobor? - ¿Qué tal? ¿Cómo va la vida? ¿Qué hay (de nuevo)? Es decir, es la versión supercoloquial de las dos anteriores

Y respondemos:
(Ami) bhalo - (yo estoy) bien
Cholche - Tirando
(Ami) klanto - (estoy) cansado/a
(Ami) kharap - (estoy) mal

Este es un intercambio diario. Pero si hablamos con alguien que no conocemos y queremos conocer, preguntamos la información básica:

Apnar / Tomar naam ki? - ¿Cómo se llama / te llamas? (literalmente, ¿cuál es su / tu nombre?)
Amar naam .......... - Mi nombre (es) ..............
Apnar / Tomar desh ki? - ¿De dónde eres? (literalmente, ¿cuál es su / tu país?)
Amar desh Spain - Soy de España (mi país es España)
Kothae thaken /thako? - ¿Dónde vive / vives?
Ami Kolkatae thaki - Vivo en Calcuta

El bangla, como el japonés (y el hindi) el lugar de preposiciones tiene "posposiciones", es decir, que lo que serían las preposiciones, como "en", se escriben después de la palabra a la que se refieren. "Kolkatae", en Calcuta; "Madride", en Madrid; "Toledote", en Toledo. Si la palabra acaba en consonante o -a, se añade -e, pero si acaba en otra vocal, se añade -te.

Apnar / Tomar Kolkata kemon lagche? - ¿Qué le / te parece Calcuta? ¿Le gusta o no le gusta?
Amar bhalo lagche - Me gusta
Amar bhalo lagchena - No me gusta

Para "gustar" usamos "bhalo" (bien, bueno) y "laga", que es un verbo que tiene muchos significados pero viene a ser algo así como si te "cae" bien o mal.

Amar gaan bhalo lage - Me gusta la música
Fijaos que es un poco como en español, en el que el sujeto gramatical es la cosa que nos gusta, no como en inglés, que decimos "I like music", donde I = Yo es el sujeto gramatical.

Amar cha bhalo lage - Me gusta el té
Amar mach bhalo lagena - No me gusta el pescado

Seguramente lo habéis deducido ya: "na" significa no, y para negar un verbo se le añade al final de la forma conjugada.

Ami Spanish boli - Yo hablo español
Ami English bolte pari - Yo puedo hablar inglés
Ami Bangla bolte parina - Yo no puedo hablar bangla
Apni Spanish bolte paren? / Tumi Spanish bolte paro? - ¿Puede usted hablar español? ¿Puedes hablar español?

Ya hemos visto suficiente para tener una ligera idea de la conjugación del Presente de Indicativo:

Ami boli (-i es la desinencia para la primera persona del singular)
Tumi bolo (-o es la desinencia para la segunda persona del singular informal)
Apni bolen (-en es la desinencia para la segunda persona del singular formal)

Estas desinencias se mantienen en los demás tiempos (la de "usted") pero en el caso de Ami y Tumi, cambian en los diferentes tiempos verbales, como pasa en español:

Yo hablo, pero yo hablé / hablaré (termina en vocal pero la vocal cambia)
Tu hablas/ tu hablarás, pero tú hablaste (vale, es la única excepción, sino en español la forma tú siempre termina en -s....)
Usted habla, usted hablará, usted habló (la marca en este caso es que no hay -s nunca en las formas para usted/él/ella)

Y ahora llega el momento donde el bangla se vuelve sencillo otra vez. Las formas verbales del plural son iguales que sus correspondientes en singular. Es decir, que:
Ami boli - Amra boli
Tumi bolo - Tomra bolo
Apni bolen - Apnara bolen
Tenemos que aprendernos la mitad de formas verbales que en español...

Entre eso y que el verbo ser/estar nos lo podemos "comer" cuando no queremos indicar existencia o posesión (en español usamos "hay" o "tener", asi que no hay confusión), preguntar cosas básicas se hace muy muy sencillo.

Tumi kothae? - ¿dónde estás?
Victoria Memorial kothae? - ¿dónde está el Victoria Memorial?
Dam koto? - ¿cuánto es el precio? ¿cuánto cuesta? / Etar dam koto? - ¿cuánto es el precio de esto?

Entonces:
ki- qué
kemon- cómo
kothae - dónde
koto- cuánto

(los interrogativos en bangla y en español empiezan con el sonido /k/, no como en inglés que es wh-, me parece fascinante)

bhalo - bien
kharap - mal
klanto - cansado/a
bhalo lage - gustar / bhalo lagena - no gustar
ach- es el verbo que correspondería a ser/estar, pero es un poco particular, entre que su uso es opcional en presente de indicativo en algunos casos, y que es un verbo defectivo, que le faltan formas...ya lo veremos.
bola- decir, hablar
para- poder

Kolkatae, Spaine, Dillite - en Kolkata, en España, en Delhi

¡Que aprendáis mucho!

miércoles, febrero 15, 2012

Y de lenguas seguimos hablando

Los que me conocéis ya sabéis que me apasionan las lenguas, y los que no me conocéis, tal vez lo hayáis deducido después de las últimas entradas, en las que no hago sino hablar de idiomas, y también por mi profesión. Y es que hay pocas cosas que me gusten tanto como aprender idiomas. No sé que tienen que capturan toda mi energía.

Cuando llegué a India pensé que aprendería hindi. Pero claro, llegué al sur, y allí hindi se oye, se entiende, pero muy poco, no lo suficiente como para aprender de la calle. Y los libros son bastante malos...Todavía no he encontrado ningún método de aprender hindi decente. Algo aprendí, de mis amigos y de mis alumnos, casi todos del norte de India. Pero kannada, o tamil, que también se oía en las calles de Bangalore, nada de nada. Bueno, cuatro palabras de kannada: illa (no), niir (agua), seri (vale), y kuri (dame).

Al saber que me venía al norte, aunque al noreste, pensé que podría mejorar mi hindi aquí. Y podría. En mi calle, todo el mundo habla hindi y no todos hablan bengali. Incluso algunos vendedores de verdura o fruta o snacks que venden en la calle, y que no deben llevar poco tiempo haciéndolo, no saben bengali. Lo entienden, pero me contestan en hindi, y claro, no les entiendo yo. Asi que la comunicación es muy limitada, y es una pena, porque tengo ganas de preguntarles cosas pero no me entero de la respuesta.

Pero en general, aquí se oye bengali, bengali, bengali. Bangla, como ya lo he llamado en algunas entradas. Así que después de casi siete meses, algunos libros y mucha ayuda de mis amigos y de la gente con la que si puedo hablar bangla en la calle, voy chapurreando un poco.

El bangla es un idioma muy dulce. Tiene una entonación cantarina con muchas subidas y bajadas, nada que envidiar al gallego. Además cuando hablan, los bengalis no paran de mover su cabeza o sus manos y parece que más que hablar están cantando y bailando. Dicen que los españoles hacemos muchos gestos al hablar, pero yo creo que los bengalis están al nivel de los italianos.

Algunas palabras son muy parecidas al español, sobre todo algunas de las básicas:

Ami - Yo (no sé parece a "yo", pero se parece a la versión de objeto indirecto "a mí"....)
Tui - Tú (entre amigos)
Tumi - Tú (entre conocidos pero no amigos cercanos)
Apni - Usted
O - Él / Ella (informal)
Uni - Él /Ella (formal)
Amra - Nosotros
Tomra - Vosotros
Apnara- Ustedes
Ora- Ellos /Ellas (informal)
Tara- Ellos/Ellas (formal)

Como podéis ver, el bangla es más complejo a la hora de dirigirse a la gente. En lugar de elegir entre tú/usted, aquí tenemos tres opciones (como en hindi), y la verdad es que he simplificado la tercera persona, porque además de formal/informal, también distinguen si la persona está aquí, allí o no está aquí presente. Pero con esta muestra vale.

Aunque sea un idioma con más sutilezas respecto a la cortesía, una cosa a favor del bengali es que los verbos son facilísimos y la estructura del plural también. Además no hay género así que no hay que preocuparse de concordar adjetivos con sustantivos.

El plural se forma añadiendo -ra, para las personas. Eso se ve ya desde los pronombres: de "ami", "amra", de "tumi", "tumra", de "o", "ora". Para las cosas se usa otro sufijo, que es -gulo.

El bangla tiene casos, así que hay que cambiar ligeramente la palabra añadiendo un sufijo según el sustantivo sea objeto directo (acusativo), modificador (genitivo) o complemento de lugar (locativo). Pero vamos, que para alguien que ha estudiado latín esto es pan comido. Además, ¡no hay declinaciones!

Así que en genitivo, de "ami", yo, tenemos "amar", mi (el posesivo); de "tumi", "tomar", etc. En general, simplemente hay que añadir una -r si el sustantivo termina en vocal, y -er si termina en consonante, pero con los pronombres personales no es del todo sistemático.

Y otra de las ventajas del bangla es que en las oraciones copulativas simples, con el verbo ser/estar, nos podemos comer el verbo. No es necesario decirlo, se sobreentiende. ¡Así que con dos palabras ya tenemos una oración!
Ami Leyre. Ami shikkhika - Yo soy Leyre. Yo soy profesora
o
Amar nam Leyre - Mi nombre es Leyre

Fácil, ¿no?

Ha, bangla khub shoya - Sí, el bengali es muy fácil.

Bueno, no es cierto que el bangla sea tan tan fácil, pero no voy a poneros las dificultades desde el principio. Sin embargo, después de estudiar japonés, mi cerebro está listo para entender el mundo de otra manera y eso es fundamental a la hora de aprender lenguas, pues las estructuras cambian y las cosas se expresan de otra manera y a veces cuesta cambiar el chip, porque no acabas de entender por qué demonios las cosas no se dicen de la misma manera que en tu lengua materna. Y es que, ¿por qué no se dicen en tu lengua materna de la misma manera que en la lengua extranjera que aprendes? Esa es la pregunta que hay que hacerse. ¿Quién está "mal"?

Obviamente, la respuesta es que ninguno. No hay lógica para esto: la habría en su momento cuando los hablantes de latín de la Península convirtieron al latín en español, o cuando los hablantes de sánscrito en Bengala Oeste convirtieron al sánscrito en bengali, sumando influencias de las otras lenguas que se hablaban y de las lenguas que nos conquistaron. Pero hoy en día es imposible de entender, simplemente es. Hay que tener la mente abierta a otras posibilidades.

El próximo día pongo unas frases útiles de bangla.

sábado, febrero 11, 2012

Feria de Lenguas 2012 Kolkata

Esta semana está teniendo lugar una feria de lenguas en Calcuta, la primera vez que se hace en la ciudad, y parece que es una iniciativa novedosa en India. Se trata de que las diferentes embajadas, editoriales y academias o escuelas de idiomas, pongan unos puestos donde la gente que enseña lenguas extranjeras, o que las estudia, o que las quiere estudiar, puede ir para informarse y aprender más cosas, donde estudiar, qué libros comprar, o dónde, qué lenguas estudiar, además de información general sobre esos países, y conocer a otra gente en el mismo mundillo de las lenguas para intercambiar experiencias o crear grupos de trabajo o lo que surja.

Esa es la idea, al menos, pero no sé si habrá resultados tangibles después de esta feria. No hay mucho público, muchos somos los mismos de siempre, que ya estábamos en contacto, pero si es verdad que he conocido a alguan gente nueva: a otros estudiantes de español.

Fui a la inauguración, donde acudió también el director del Instituto Cervantes de Nueva Delhi (pusieron un puestecillo también en la feria, junto a las embajadas de Costa Rica, El Salvador, Perú y México), la directora y la vice directora del ICCR, que es un centro cultural dedicado a Tagore pero en el que hay todo tipo de eventos culturales, desde exposiciones de pintura o fotografía hasta ferias como esta, teatros o ciclos de cine. También fue el ministro de educación de West Bengal, su delegado para el contenido de las asignaturas de las escuelas, y profesores de la universidad de Jadavpur, que es una universidad privada de Calcuta bastante conocida. Y resultó que también estuvimos allí dos profesores de la Universidad de Calcuta, mi colega profesora de español Mallabika y yo. Yo estaba allí un poco de sorpresa, porque simplemente había ido a hablar con Mallabika y con Óscar Pujol, el director del IC de Delhi, para saludar justo antes de que todo empezara. Me senté con ellos en la primera fila mientras hablaba, y de pronto llegó el ministro y por supuesto todo empezó. Me quedé allí sentada para escuchar los discursos de los personajes importantes que habían ido, sentada entre Óscar Pujol y la directora del ICCR, que resultó que es la esposa del que fue embajador de India en Roma hace unos años. Al final, cuando yo ya me iba a ir a hablar por fin con mis alumnos, que los había citado allí, en realidad me llevaron con todos los demás a una salita donde tomamos té, bizcocho y samosa con el ministro y todos los demás....Me sentía totalmente fuera de lugar, además de que nadie me había presentado y yo no me atrevía a decir nada de nada. Al final el organizador de toda esta feria, Dibyajyoti, que es profesor de español en la Ramakrishna Mission (un lugar conocido en toda India donde aprender idiomas), me presentó a los demás, y me enteré de quién era quién exactamente en ese momento. Algunas cosas de la charla resultaron muy interesantes. Parece que van a incluir a poetas en español en el syllabus de las escuelas bengalíes, exactamente a Juan Ramón Jiménez y a Pablo Neruda, que aquí son famosísimos (supongo, también, porque hay traducciones de ellos al bangla, y Jímenez porque él con su mujer fueron quienes además tradujeron a Tagore al español...). Nosotros no estudiamos a Tagore en la escuela, pero ellos nos estudian a nosotros. Increíble, ¿no?

Esto fue el jueves, y el viernes fui a un seminario que el director del IC de Delhi dio junto a mi colega Mallabika. Hablaron de la importancia del español, de aprender español, de lo útil que es, del Instituto Cervantes, de los DELE, de la enseñanza de español en India....Pero en realidad, lo más interesante de la charla fue después. Cuando terminamos, acabamos comentando entre Óscar Pujol, Mallabika, Dibyajyoti y yo la demanda de español en India, la cantidad de peticiones que el IC recibe de universidades y escuelas indias por profesores de español, que claro, no son capaces de cubrir, y de la falta de másteres y licenciaturas en español en las universidades de aquí (sobre todo en Calcuta, donde no hay ninguno de estos todavía). Así que chicos, si estáis interesados en trabajar en India, parece que sí que hay trabajo, pero eso sí, el sueldo no será un sueldo alto. Será un sueldo indio, lo cual da bien para vivir si vives a la manera india y no te importa comer arroz y lentejas (dal-bhat) todos los días, o idly dosa si vives en el sur. Bueno, a mi no me importa, de hecho me encanta, y como esto si no todos los días, casi casi.

A mi me pidieron que también hablara, que diera una especie de seminario-charla, algo. Pero no me dieron tema ni nada de nada. Me pusieron el sábado a las 4.30, y ya me véis a mí el viernes todo el día pensando, escribiendo tonterías, y sin dormir apenas. Al final, releyendo este blog conseguí encontrar algo que decir fuera de los estereotipos de estudiar español es importante porque lo hablan 400 millones de personas en el mundo o porque García Márquez es muy buen escritor. La verdad es que siempre oímos las mismas cosas, y yo quería contar algo distinto.

Y esto es lo que conté, primero en español y luego en inglés:

Cuando me pidieron que diera unas palabras aquí en esta Feria de Lenguas 2012, dije que sí inmediatamente, y me arrepentí inmediatamente. ¿Qué podía decir? Nadie me había dado un tema, una guía, nada. ¿De qué iba a hablar? Bueno, estamos en una feria de lenguas, así que supongo que debo hablar sobre las lenguas, pero las lenguas son un tema muy amplio. ¿Qué digo sobre las lenguas? Necesitaba algo más específico.
Así que me puse a pensar en mi relación con las lenguas. Yo estudié inglés en la universidad, y me acordé de Virginia Woolf. A ella le pidieron que diera una conferencia sobre las novelas y las mujeres en una universidad de Inglaterra. Y se sintió perdida ante la amplitud del tema, no sabía qué podía decir acerca de eso. ¿Qué hizo Virginia Woolf? Se puso a pensar en el significado de las palabras "novela" y "mujeres", sobre las que tenía que hablar. Así que yo la imité, y me puse a pensar en el significado de la palabra "lengua". Al final, de todos sus pensamientos, Virginia Woolf escribió un libro, titulado "Una habitación propia", que por cierto, si no habéis leído, os recomiendo encarecidamente que lo leáis, sobre todo las mujeres aquí presentes, tenéis que leer este libro. Si queréis os lo presto, lo tengo en inglés. Y es que Virgnia Woolf, que al principio no sabía qué decir, en el fondo tenía muchísimas cosas que decir, tantas que escribió un libro.
Bueno, yo no voy a escribir un libro de esto, pero pensando como ella, descubrí que sí tenía alguna cosa que decir. Más que "decir", creo que la palabra más adecuada es "compartir".
Y es que en esta feria hemos oído hablar de la importancia de las lenguas desde el punto de vista profesional, de los negocios, de la cultura....Si me permitís decirlo, siempre escuchamos las mismas cosas. Yo creo que todo eso ya lo sabéis y que no necesitáis que yo lo repita otra vez. Yo quiero contar algo diferente. Y me encontré con que yo quería hablar sobre lo que a mí me parece que es la razón fundamental y esencial por la cual las lenguas existen, por la que tenemos lenguas. Y esa razón es porque necesitamos las lenguas para compartir.
¿Y por qué compartir? Bueno, sabemos que el hombre es un ser social. Esto lo dijo un griego hace mucho tiempo, ellos dijeron tantas verdades que sigen vigentes hoy en día. Y compartir es una actividad social. Compartir significa que salimos de nosotros mismos, fuera  de nuestro mundo interior, que dejamos de estar aislados y nos conectamos con los demás. Y como somos seres sociales, tenemos esa necesidad de compartir, el deseo irrefrenable de compartir, de no estar solos, de no estar aislados, de sentirnos parte de un grupo. Y eso lo hacemos compartiendo, y las lenguas son un instrumento con el que compartimos cosas.
Cuando hablo de lenguas, hablo del español, del inglés, del bangla, de estas cosas que llamamos idiomas. Pero también hablo de los otros lenguajes que tenemos, por ejemplo la música, la pintura, el lenguaje corporal, los gestos y las miradas...A través de estos lenguajes también compartimos parte de nuestro mundo interior con los demás, y podemos mostrarlo y observar el mundo de los otros.
Quizá, si lo pensamos bien, las lenguas sean un instrumento muy poco práctico para compartir. Porque si tomamos, por ejemplo, la música, pues la música llega a todo el mundo. Al que sabe de música y al que no tiene ni idea de música. No hace falta saber de armonía o de notación musical para sentirse emocionado por la tristeza de la bossanova o por la energía del flamenco. Y además, con la música, la nacionalidad no importa. La música no tiene fronteras, es un lenguaje internacional. No hay música extranjera, sólo música.
Pero, ¿qué pasa con la música? Pues que puede transmitir un significado general, un sentimiento general, pero para los significados más específicos necesitamos las palabras. Por eso tenemos canciones, música con letras. Si queremos compartir mucho más, necesitamos palabras con un significado particular. Pero las lenguas no las podemos entender sin conocerlas, son extranjeras. Tenemos que esforzarnos y aprenderlas, estudiarlas, pasar horas en clase y fuera de clase luchando con los sonidos, los significados, la gramática. Son más difíciles, menos cómodas, menos convenientes. Sin embargo, yo pienso que tal vez justamente por este esfuerzo que conlleva aprender una lengua, es algo mucho más valioso. Es como cocinar uno mismo. Sino lo habéis hecho nunca, os lo recomiendo. Al primer intento, pondréis la cocina hecha un asco, acabaréis exhaustos y el resultado no será comestible. Pero si seguís practicando, más pronto que tarde descubriréis que la comida que uno hace en casa sabe mejor que la de fuera. Y es que todo lo que uno hace por sí mismo sabe mejor. Sabe mejor porque es un logro, y nos sentimos orgullosos de nuestros logros. Yo creo que aprender una lengua extranjera es un logro valiosísimo que vale la pena el esfuerzo y del que debemos enorgullecernos.
Ahora os voy a pedir que hagáis un pequeño ejercicio de imaginación. Imaginad un mundo sin palabras, sin lenguas. ¿Podríamos compartir cosas con los demás? Compartiríamos algunas pocas cosas, quizá, a través de gestos, de miradas, de música tal vez. Pero casi todas las cosas se nos quedarían dentro, no seríamos capaces de compartirlas con nadie. Y por mucho que tengamos un mundo interior muy rico, si no lo compartimos con nadie más, ese mundo se morirá con nosotros. Y aquello de lo que nadie nunca ha sabido nada, que es invisible para los demás, ¿existe realmente? Esa es mi duda. Es como un sueño. Todos hemos tenido alguna vez un sueño maravilloso del que nos hemos despertado por la mañana con una sensación fantástica, pero antes de poder pensar en contárselo a nadie, lo hemos olvidado. Y la sensación tan bonita que tenemos, al cabo de unos minutos empieza a borrarse, y desaparece. Entonces, ¿ese sueño existió de verdad o no? ¿Soñamos algo o no? ¿Quién puede decirlo?
Bueno, este ejemplo es un poco abstracto, así que voy a poner otro ejemplo más concreto. Esta es una historia real que me ha sucedido a mí aquí en Calcuta. Una tarde fui con una amiga a una cafetería y nos tomamos un café, un pastel de chocolate y charlamos. Yo me quedé con un recuerdo maravilloso de aquella tarde de charla, y de aquel pastel de chocolate, que estaba de muerte. Pero cuando al cabo de unos meses, intenté hablar con esta amiga de esa tarde y de aquel pastel, ella no recordaba nada de nada. Para ella, aquella tarde nunca había sucedido. Aquella tarde, aquel café, aquel pastel, no existían. Ella estaba tan segura de lo que decía que yo empecé a dudar. Quizá fuera verdad que aquello no había sucedido nunca, que aquel pastel de chocolate tan delicioso nunca había existido y yo nunca lo había probado. Toda la belleza de aquel recuerdo se murió de repente. Tal vez, si yo hubiera compartido mis sensaciones sobre aquella tarde antes con ella, ella no la hubiera olvidado, y aquel momento todavía existiría. O tal vez es verdad que nunca pasó. Todavía no estoy segura de que no haya sido un sueño.
Pero, ¿véis el poder de las palabras? ¡Las palabras pueden conservar un momento hermoso en la memoria colectiva y evitar la muerte!
Otro ejemplo de la importancia de compartir con palabras y registrarlas. Imaginad, de nuevo imaginad, un mundo en el que todos los matemáticos del pasado nunca hubieran compartido sus descubrimientos ni su sabiduría con nadie. Que los indios que descubrieron los números nunca hubieran dicho nada a nadie sobre ellos, ni escrito nada, o que Pitágoras nunca hubiera enseñado matemáticas ni contado sus descubrimientos sobre geometría. Todo ese conocimiento matemático se habría muerto con ellos. ¿Dónde estaría la civilización humana ahora? No habría un conocimiento a partir del que construir una civilización, no habría registros de ninguna ciencia. Cada vez que una persona empezase a investigar sobre las matemáticas, tendría que empezar desde el principio, desde 0 (pero sin cero). ¿Cómo va a descubrir el álgebra si está ocupado descubriendo los números, sumar, restar, etc? Cada matermático tendría que repetir siempre lo mismo, siempre estaríamos en el mismo punto, en el primer escalón, no habría progreso. Yo he puesto como ejemplo las matemáticas pero podría haber elegido cualquier otra ciencia o arte. Si el conocimiento y los descubrimientos no son compartidos y registrados, no tendríamos historia, y sin historia no puede haber civilización. Porque sin pasado no tenemos ninguna base para construir el futuro.
Fijaos, qué poder tienen las palabras, que pueden construir civilizaciones. Y diferentes lenguas construyen diferentes civilizaciones. ¿Hay alguna otra cosa en el mundo capaz de hacer esto, de construir civilizaciones? Si sabéis de alguna, decidme.
El mundo en el que vivimos está lleno de cosas hermosas y de conocimiento que compartir. Hay tantas tantas cosas que compartir que sería una pena que desaprovecháramos la oportunidad de hacerlo. Porque compartir es algo tan fácil de hacer. Solo hay que abrir la boca y producir sonidos con significado. Eso es hablar. Pero como el mundo es tan grande y hay tanta gente en él, ¿por qué limitarse a compartir con aquellos que hablan la misma lengua materna que nosotros? ¿Qué pasa con todos los demás? ¿Somos tan egoístas que no queremos compartir con nadie más la belleza y el conocimiento que tenemos? Yo creo que no lo somos, por eso, os digo que aprendáis lenguas y compartáis el mundo con tanta gente como podáis.
Desde que puedo recordar, yo he estado aprendiendo una lengua u otra: español, gallego, inglés, francés, italiano, japonés...ahora bangla. Nunca podrá aprender todas las lenguas del mundo, ni podré aprender totalmente las lenguas que he estudiado. Pero me esfuerzo. Porque gracias a que he aprendido lenguas, hoy puedo estar aquí hablándoos; y porque gracias a que he compartido cosas con mucha gente de diferentes países y he aprendido de ellos, hoy puedo estar aquí contándoos esto, compartiendo la alegría de compartir, aunque esto empieza a sonar como un trabalenguas.
Yo creo que compartir le llena a uno de alegría. Y yo sé que vosotros, bengalis, esto lo sabéis, y por eso espero que toda esta charla no os parezca una locura. Y lo creo porque una de las primeras palabras que aprendí cuando empecé con el bangla, es "adda". Que esta palabra exista en vuestra lengua demuestra que conocéis la belleza que hay en compartir con palabras todo lo que uno lleva dentro. Pero además, esta palabra me ha gustado por dos razones más: una, porque "adda", a los oídos de una española, suena muy dulce, porque la A en español es una vocal muy alegre, sonora. Y además tenemos una palabra que me suena parecida, "hada", que significa "fairy", es decir, un ser mágico y hermoso. Así que me parece que en bangla, hablar es algo alegre, mágico y hermoso. ¡Tanto significado en una sola palabra! Pero la otra razón por la que me gusta esta palabra, es porque, cuando la descubrí, descubrí también que los bengalis y los españoles somos hermanos. En español tenemos una palabra para exactamente el mismo concepto: "tertulia". La tertulia es algo muy importante en nuestra cultura. Pasamos horas y horas de tertulia, hablando; nada nos gusta más que rodearnos de gente, tomar un café y hablar, hablar, hablar. Cuando descubrí que en West Bengal y en España damos importancia a las mismas cosas, me sentí como en casa.
¡Mirad, qué poder el de las palabras, que pueden hacer que una persona como yo, a 8000 kilómetros de su hogar, se sienta como en su hogar!
Otra razón por la que me siento en casa en Calcuta es porque aquí la gente es tan amable, que aprende español. Podían aprender chino, que China está más cerca, pero no, aprenden español. Y eso algo por lo que estoy muy agradecida. Y quiero devolveros el favor, "tai ami bangla sikhchi" (por eso aprendo bangla). Para hablaros a vosotros en vuestra lengua como vosotros me habláis en la mía. Gracias, amigos, por aprender español. Porque solo por eso, porque aprendéis español, ya os considero mis amigos. Quizá ahora no nos conocemos personalmente, pero si nos conociéramos, podríamos hablar y compartir muchas cosas en español. Y cuando lo hiciéramos, seríamos amigos. Así que os considero mis amigos por adelantado. Y todos vosotros que queréis empezar a aprender español, también sois mis amigos ya, porque un día podremos compartir muchas cosas y aprender unos de otros. Un día nos sentaremos en la Indian Coffee House y tomaremos café y disfrutaremos de un "adda"(tertulia) interminable.
Fijáos, el poder de las palabras, que transforman a completos desconocidos en amigos. Incluso a personas que vienen de muy muy lejos.
 Realmente, aprender lenguas os da un poder único. Con las lenguas podéis evitar la muerte, construir civilizaciones, hacer a la gente sentirse cómoda, convertir a las personas en amigos.Todo a través de algo que parece tan simple, inocente y natural como las palabras. Por todo esto pienso que es realmente valioso que aprendamos las lenguas unos de los otros, y compartir lo que llevamos dentro con ellas.
Esto es lo que yo quería compartir hoy con vosotros. Si tenéis algo que compartir conmigo, no dudéis en hacerlo. 
  

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