domingo, agosto 26, 2012

La aventura de extender un visado IV

Con la nueva carta escrita, nuestra profesora de español fue a la Accounts Office de nuevo, subiendo cuatro pisos por escaleras para evitar la cola por meterse en un ascensor atestado. 

-¿Mr. Mitra ache? -preguntó al llegar a la oficina.

Sí, estaba, pero estaba en una reunión. Tendría que esperar, unos cinco minutos. A sabiendas de que cinco minutos solo son un eufemismo, la profesora sacó su libro de Satyajit Ray, su salvador en las salas de espera. Leyó y leyó hasta que se aburrió de leer, y cuando estaba a punto de meterse en la oficina a interrumpir la reunión, esta terminó.

- Good afternoon - la saludó Mr. Mitra. 

La profesora le explicó el problema: no tenía pay-slip, no tenía nada para certificar su salario e impuestos, necesitaba un certificado expedido por la misma oficina, según le habían comentado en la Establishment Section. Mientras, él leía la carta y subrayaba las partes signficativas.

-Don't worry, I'll take care of it personally. Come tomorrow at the same time to collect your certificate.

Mañana, bueno, eso era casi más rápido de lo esperado. Pensaba que iba a escuchar "vuelva usted al final de la semana". Mañana era la mejor respuesta que podía oír. Más feliz y tranquila, pensó que todo estaría bien una vez tuviera el certificado en sus manos.

Al día siguiente volvió, y tras de nuevo leer un par de capítulos del libro de Satyajit Ray en las que se enteró de su pasión por Kurosawa y de que adoraba a los hermanos Marx, consiguió su certificado.

Pero allí no había ningún "Income Tax deduction". Además las fechas eran de marzo a julio. Pero ella había empezado a trabajar allí el año anterior. Habían certificado su salario desde el nuevo año de ejercicio económico (que empieza en el nuevo año bengalí), no desde el principio. Pero si pedía que le hicieran uno completo, llevaría muchos más días...y su visado caducaba ese mismo día. No podía esperar. Lo que le preocupaba de verdad era lo del Income Tax.

- You don't need to pay Income Tax, you are not an Indian resident.
- But María was paying her Income Tax...I found a form-16 at the Language Deparment...
- How can it be? I'm sure you don't have to pay. 
- Ok, let's see what they say at the FRRO...

Ese mismo día salió de la universidad para volver a Rabindra Sadan, y entregar el certificado. 
- Where is your form -16?
- All I could get is this salary certificate. Everything is stated here. - contestó ella, un poco desesperada.
- Thik ache. We'll call you by the end of the week. Please leave all the papers here. Sign on all the pages. And give me your residency permit - Mientras ella firmaba, él le estampaba en el permiso un sello que decía que la extensión estaba en proceso. Ese era el último día de su visado, así que se alegró inmensamente de que al menos, algún papel suyo demostrara que no estaba ilegalmente en India.

Abandonando la FRRO, un poco más feliz, pidió un té en la acera. Tres niños se hacían cargo del puesto: el más mayor, sentado en cuclillas encima del carrito que hacía de puesto, miraba a los clientes, mientras otro niño de puntillas removía el té hirviendo en la cazuela con un enorme cazo. Apenas le llegaba para hacerlo, pero se notaba que tenía experiencia y sabía cuando remover. El tercer niño servía un té antiguo y se paseaba por la acera sirviéndolo.

El té recién hecho estaba buenísimo, una recompensa por todo el ir y venir de los días anteriores. El viernes, con o sin llamada, volvería a la FRRO para preguntar qué pasaba con su visado. Con suerte, estaría todo listo.

Sí, quizá nuestra profesora, podéis adivinar ya, pecaba de ilusa. ¿Esa misma semana podría conseguir su visado nuevo? ¿Tan rápido? Pero en algunos momentos, es difícil renunciar a la ilusión.

Por suerte, no tuvo que esperar al viernes. El jueves, mientras estaba en la universidad antes de clase, el Assistant Secretary la llamó y le entregó un papel: un inspector de policía de la FRRO la había llamado a la universidad, y le pedía que se pusiera en contacto con él lo más rápido posible. Había dejado su número de móvil y su nombre. La profesora le llamó inmediatamente, rezando porque el policía hablara un inglés minímamente claro. Debió funcionar, porque podía entender bastante bien al inspector. Al día siguiente, el viernes, debía pasarse a las 2 por la Western Section de la FRRO y preguntar por Mr. Verma.

El viernes se vistió con una kurta negra y verde, leggings negros, y se puso sombra de ojos verde: quería poner al inspector de policía de su lado sin necesidad de sobornar a nadie. Con los libros en la mano, llegó a la FRRO un poco tarde, lo normal en Calcuta. La Western Section, en la parte izquierda del edificio, era una oficinilla polvorienta como todas, llena de papeles amarillentos amontonados unos encima de otros por los siglos de los siglos. Seis o siete hombres estaban allí sentados, charlando. Unas tazas de té encima de cada mesa adornaban la estancia, junto a los típicos calendarios con imágenes de Durga y de Ganesh. El inspector, sentado en una esquina al lado de una ventana, la reconoció enseguida. No hay tantos extranjeros en Calcuta.

- Miss Leyre? Please come here. Boshun (siéntese) - le dijo amablemente. Ella se sentó a su lado y dejó los libros en la mesa.
- Good afternoon.- contestó.

El inspector no dijo nada más. Rebuscó en su mesa una carpeta grande, con su nombre escrito en mayúsculas, y debajo del nombre, "Spanish". Dentro de la carpeta blanca, había un montón de papeles: los que ella había entregado en todo el año, además de dos o tres folios escritos a mano, con diferentes cartas o comunicaciones entre los departamentos de la FRRO. Mientras el inspector lo leía con toda la calma del mundo, ella observaba. No había aire acondicionado en la oficina, pero sí tres o cuatro ventiladores. Las paredes estaban cubiertas de armarios, con la curiosa caracterísitica de tener las asas para abrirlos dispuestas asimétricamente. Casi todos estaban cerrados con candados oxidados. Los hombres, sentados cómodamente, seguían charlando algo sobre algún tipo de pescado.

- Please, show me your passport - le dijo Mr. Verma, el inspector de policía.
- Hmmm...- miraba todos los papeles con absoluta atención. Ella aprovechó el momento para leer una de las comunicaciones escritas en su archivo: algo estaba mal con el certificado de su salario, y le pedían una PAN- card. Horror. Conseguir una llevaría unos 15 días...Ya se había informado al respecto por si acaso le hiciera falta.

- See, there is a mistake here in your application for extension.- ¿Un error? ¡Dios! ¿Dónde? - The date of entry in India is wrong...It should say August, not July.

Efectivamente, eso estaba mal. Pero, ¿era un error tan grande? La primera vez que pisó Calcuta, entró el 9 de agosto del 2011...La segunda vez, el 9 de julio del 2012. ¿Qué más daba? Lo que importaban eran las fechas de validez del visado, no cuándo entró en India.

-Oh, that! This year I came in July, I guess I mixed all up... I'm sorry.
-Next time be more careful, please. Just write "eight" instead of "seven", and sign on the side.- Era la segunda vez que corregía su solicitud de extensión a bolígrafo. La primera vez fue porque se olvidó de escribir su altura en el formulario online (no era obligatorio), y ahora, de nuevo, había que cambiar algo. ¿De qué servía hacerlo online si podía escribirse todo a mano?

Después de un rato de silencio y de revisar más y más papeles, por fin el inspector habló...en bengalí. Explicaba a toda la oficina el problema del certificado y de la PAN-card. Ella fingió no enterarse de nada. Se habían dado cuenta de que faltaban meses en el certificado, y necesitaban todos los demás.

De pronto, el inspector llamó a un hombre, que apareció de entre unas cortinas. "Ve y toma una jarra de té. Ten 20 rupias." El hombre fue y volvió al poco, con una jarra termo y varios vasos de plástico.
- Cha khaben? - me preguntaron. Les dije que sí, y me sirvieron, como a todos los demás, en un vasito de plástico. Al inspector le sirvieron en un vaso de cristal que ya tenía encima de la mesa, con restos de un té anterior.
- Miss Leyre, when did you started working in Calcutta?
- Last year, August.
- See, this certificate you got at university says only from March 2012 till July.
- Oh! Really? - dijo ella abriendo los ojos como soprendida, y cogiendo el papel para leerlo, aunque ya sabía lo que decía- Oh, I didn't notice. That's what they gave me at the university. I thought it would be correct.
- Please ask them to issue another one with the previous months. Then give it to us, and your problem will be solved.
- I'll do it today itself.
- Good. And, do you have a PAN-card? - le preguntó el inspector.
- A PAN-card? What that's for Indian people, na? How can I have one? I can't vote in this country.- contestó ella.
- You are right, there's is a PAN-card for Indian people, but there is another category of PAN-cards for foreigners, which of course cannot vote in India.
- Oh, really? And what do I need a PAN-card for?
- In order to get a Form-16 of Income Tax.
- These certificates are not enough, then?
- No, no, they are fine. But with a PAN-card it would be a lot easier.- le aseguró el inspector.
- Accha. And where can I get a PAN-card?
- Ask at the university, they will be able to help you - "Ojalá", pensó ella.
- This is your book for Spanish class? - le preguntó ahora el inspector, cambiando de tema. Se interesó por el número de alumnos, y hojeó el libro preguntando palabras y cosas. De repente, el hombre de la mesa de enfrente se puso a hablar.
- Estoy a punto de jubilarme. Me gustaría aprender idiomas después, cuando tenga tiempo libre. ¿Enseña usted en la Universidad, o en algún otro sitio más también?
- No, solo en la universidad.
- Ah, ¿y no hay clases de español en otro sitio en Calcuta? Una academia o algo...
-Sí, sí, hay muchos....- le contó dónde estudiar español, dónde ella recomendaría aprender español, los horarios, etc. El hombre estaba muy feliz de escuchar que había tantas opciones para aprender idiomas.

Por fin nuestra profesora de despidió y se preparó para pedir, de nuevo, con otra carta para el Accounts Officer, otro certificado más...Seguramente terminaría de leer el libro de Satyajit Ray ese mismo día.

2 comentarios:

Ricardo dijo...

La aventura para conseguir un visado parece un relato de ciencia-ficción. La burocracia es algo increíble en todos los países, en España no digamos, pero parece que la India se puede llevar la palma. Debe ser una forma de dar trabajo a más gente y así mantenerlas algo más ocupadas.

Anónimo dijo...

kafkiano

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