jueves, agosto 23, 2012

Bollywood desatado: Dulhe Raja

¿Recordáis aquella canción que puse hace unos días, la de "what's your phone number"? Sí, en aquella loca mezcla de inglés e hindi de la película Haseena Maan Jayegi. Pues el protagonista, Govinda, es también el protagonista de la película de hoy, Dulhe Raja.


Esta película, del 1998, me ha gustado mucho. No he entendido ni la mitad, porque no había subtítulos (a diferencia de en Haseena Maan Jayegi) y como es una comedia, hablan mucho, muy rápido, y más de la mitad de las gracias están en las palabras (a diferencia de en Ek tha tiger, donde al ser una película de acción-amor, hay muchas partes de la película en las que nadie dice nada). Pero a pesar de ello, el argumento me parece estupendo y el final, me ha encantado.

Dulhe Raja (que parece que significa algo así como el "Rey Novio") trata de la historia de Raja (Govinda), el dueño de un pequeño dhaba, un pequeño restaurante muy económico en la calle. Justo al lado de su restaurante han construido un supermegahotel, que con gran acierto e ironía, se llama el "Maharaja" (el gran Raja). Simplemente este juego de nombres, ya le da un punto positivo a la película. El dueño del hotel, Singhania, está furioso con el pequeño dhaba de Raja, porque le quita muchísimos clientes al restaurante de su carísimo hotel. Así que intenta cerrarlo por todos los medios posibles. 

Ya el principio de la película tenemos una clara visión de cómo son los dos personajes, Singhania y Raja. Mientras la película abre con Singhania y su mujer entrando en el hall de su lujosísimo hotel, y Singhania va a tratar asuntos de negocios sin demasiado éxito por su candidez, a Raja se le ve ayudando a unos amigos a cuya tienda suele acudir un policía a "comprar" sin pagar. Vamos, un tío íntegro y gracioso, amigo de sus amigos, que no quepa duda desde el primer minuto.

Para ayudar a sus amigos, Raja se hace pasar por el inspector jefe de la policía, y por la noche llama al poli para decirle que hagas cosas que en realidad no tiene que hacer. Luego le vuelve a llamar para reírse de él, justo en el instante en el que el verdadero inspector descubre la metedura de pata del policía. Después, para volverse a vengar del corrupto policía, Raja se viste de mujer con un burka, y va por la noche a su casa diciendo que es la esposa del inspector jefe, y que el policía tiene que por favor detener a su marido, que mañana se va a ir a Delhi con otra mujer y que a ella la va a abandonar. Ni el policía ni su mujer descubren la mentira, y el policía obediente va la mañana siguiente a la estación de tren y esposa al inspector jefe a una columna mientras el tren abandona la estación. Cuando por fin se ha marchado, lo desesposa y se ríe de él, y le cuenta que lo hace para que no abandone a su mujer. A lo que el inspector responde que por su culpa, la ha abandonado, porque su mujer, la de verdad, está en Delhi esperándole...La cara del policía no tiene precio. Se deshace en disculpas, y justo cuando el inspector se ha marchado, suena un teléfono en la estación: el policía lo coge y sí, es Raja, que le llama para reírse de él de nuevo, en perfecta y misteriosa sincronización.

De vuelta a la lucha entre el hotel y el dhaba, Singhania intenta hablar con Raja para convencerle de que se vaya a otro lado, pero Raja se niega. Esta escena es muy graciosa porque Singhania, el empresario multimillonario, invita al pobre Raja a la piscina de su hotel, donde está la terraza de su restaurante. Pero mientras Singhania se toma un zumo, Raja no toma nada; ahora sí, se sienta con todo el desparpajo del mundo y le habla al empresario como si fuera su colega de toda la vida. En un momento, Singhania recibe una llamada de su hija Kiran, y abandona a Raja, que aprovecha el momento para hacerse amigo del secretario personal de Singhania. Este le cuenta que Kiran, la hija, está en edad de matrimonio y que es muy guapa. A Raja se le iluminan los ojos: ya tiene la solución al conflicto entre el Raja Dhaba y el Maharaja Hotel. Cuando Singhania vuelve, se lo explica: él, Raja, se casará con la hija del empresario, y al ser de la misma familia, ya no serán competencia. Por supuesto, Singhania se enfada y echa a Raja del hotel, aunque con los nervios sólo consigue echarse el zumo por encima de su traje.

Entonces entra la chica, Kiran, en escena. Dentro de un coche blanco, con una ropa supermoderna, y acompañada de su asistente, un hizra (si recordáis mi entrada sobre ¿chicos o chicas?, son estos hombres vestidos de mujeres) que hace también de conductor y atropella a un pobre hombre en lungi que venía del mercado,tirándole todos los tomates y las cebollas (ingredientes fundamentales de la comida india, en todas partes del país) al suelo. Sin darle ni un duro en compensación, se largan con la cabeza muy alta: son mujeres de armas tomar. Kiran es también una bailarina, y va a dar un espectáculo  al que Raja, aunque no sé cómo se entera de la función, asiste. Su entrada en el teatro también es muy buena. Como entra tarde y está todo oscuro y no ve nada, se sienta primero encima de una señora gorda, y cuando por fin encuentra un asiento, se queda fascinado con la hija de Singhania; pero su vecina, no la señora gorda sino otra chica, se ha quedado fascinada con él...

Govinda, con la boca abierta, mira absorto a Kiran bailar, y se imagina bailando con ella: aquí tenemos la primera canción de la película. La cara de Govinda no tiene precio.



Después de imaginar semejante baile, Raja vuelve a la realidad, cae encima del hizra asistente de Kiran, se levanta, y vuelve al trabajo en su dhaba.

Singhania le da muchos dolores de cabeza, enviando a la policía e incluso a bulldozers para destrozar el restaurante, pero afortunadamente, Raja es listo y consigue librarse de cualquier amenaza. Pero Raja no es el único dolor de cabeza del empresario.

Su hija Kiran está enamorada de un boxeador, Rahul, un cabrón con todas las letras. Pero la chica, cegada por el amor, quiere casarse con él. Su padre y madre acceden a conocerle, pero mientras a la madre le cae bien (porque Rahul miente como un cosaco toda la entrevista, y dice ser ingeniero y ayunar los martes), Singhania lo reconoce de una noche en un hotel, en el que vio a Rahul discutir con una mujer a la que abandonaba, cuando ella le pedía que se quedase con ella para formar una familia porque lo amaba. Sabiendo que Rahul es un mal tipo, prohíbe absolutamente a su hija verle otra vez, aunque no le explica por qué, y le dice que puede casarse con cualquier otra persona que ella desee, pero jamás de los jamases se casará con Rahul.

Kiran se enfurece y urde un plan: va a seducir a Raja, el dueño del pequeño dhaba que sabe que su padre odia, pensando que cuando le diga a su padre que quiere casarse con Raja, éste preferirá que ella se case con Rahul.

Raja, que había intentado visitar a Kiran y a su hizra en el hospital (porque después de que él se cayese encima del hizra, le rompió la pierna), con flores y mil pares de gafas, descubre encantado un día que Kiran intenta seducirle, y se deja, bueno, no hace falta ni que se deje.

Govinda y sus mil pares de gafas. Ahora me doy cuenta de que Salman Khan en Dabbang solo está imitando a Govinda....



Govinda ha subido a un árbol porque Kiran le ha dicho a un niño que se acerque a Govinda y le pida ayuda para sacar una cometa del árbol. Govinda lo hace porque sabe que Kiran está allí, pero cuando ve a la chica y a sus seductores movimientos, se olvida de la cometa... ¡Y no me extraña!

Sin embargo, nada más descubrir que su hija quiere casarse con Raja, a Singhania le da un ataque y se cae al suelo inconsciente. Además, tiene una pesadilla: que su hija ha huido con Raja para casarse y él no puede evitar la boda. Cuando se despierta por fin y se tranquiliza, resuelve acabar con Raja de una vez por todas, y ofrece la comida gratis en su antes carísimo hotel, dejando al dhaba sin clientes. Pero Raja los recupera, con una oferta en la que pagar "no es obligatorio", y los clientes hacen cola para sentarse en el pequeño establecimiento. Hasta el secretario del empresario prefiere la comida del dhaba a la comida del hotel de su jefe, lo cual despierta las iras de Singhania otra vez. Es muy gracioso ver a extranjeros haciendo de extras, sentados en el dhaba, y por todas partes de la película: hay momentos en que la cámara se centra en ellos, unos segundos nada más, en los que se les nota incómodos a estos extras que no son actores ni nada. 



Por fin se celebra una fiesta en la que se va a anunciar con quién se casará Kiran. Han venido desde Estados Unidos unos amigos de Singhania, con su hijo, otro pretendiente para la chica, muy rico. Pero este chico es un poco idiota e infantil, y descubre a Raja y a Kiran juntos, con lo que se acaba la idea de la boda entre ellos. Además, Raja ha ahorrado y ahora tiene mucho dinero, con lo que Singhania ya no ve con tan malos ojos la unión de su hija con él. En un último baile, en el que también están por las esquinas algunos extranjeros (ojalá tuviera un clip de ellos para mostraros....), por fin Singhania anuncia que Kiran se casará con Raja. Pero Kiran se enfurece, porque su plan era otro: que su padre prefiriera a Rahul.

Así que Kiran huye por la noche, vestida de negro y con un peinado imposible (cuántas horas ha pasado en la peluquería antes de huir de casa?), y va a casa de Rahul. Pero allí descubre que el boxeador solo quiere su dinero y el hotel de su padre, y ella se arrepiente inmediatamente y quiere marcharse. Por supuesto, no la dejan: ahora es su rehén, y si no se casa con Rahul, la usarán para sacarle dinero a su padre como rescate. Y aquí viene lo mejor de la película:

Singhania pide ayuda a Raja, porque no sabe qué hacer. Raja le dice que él mismo entregará el rescate.  Vestido como Robin Hood, lleva una "pesada" maleta, que en realidad solo contiene 100.000 rupias: 50.000 para uno de los ayudantes de Rahul, y las otras 50.000 para el otro ayudante. ¿Dónde está el resto del dinero que ha pedido, que son millones? Pues en la cuenta bancaria de Rahul, responde Raja. Esto pone a los ayudantes en guardia en contra del boxeador, que dice que es mentira. Para comprobarlo, llaman al banco. Pero en lugar del banco, el secretario personal de Singhania ha pinchado la línea telefónica y responde desde lo alto de un poste de teléfonos, fingiendo trabajar en el banco, y les dice que sí, que en la cuenta de Rahul hay muchísimos millones de rupias. Sus ayudantes se enfadan, por supuesto, y piden su parte. Mientras ellos discuten, Raja ve a Kiran, que está herida. Viendo la sangre de su amada, le pega una buena a Rahul para desahogar su furia (¿cuál de los dos es el boxeador profesional?). Mientras éste está en el suelo, inconsciente, llena Singhania con unos papeles. En ellos, afirma, se declara que los dos ayudantes de Rahul son los dueños del hotel Maharaja. Ellos firman encantados, sin leer nada de los documentos. Por supuesto, esto es mentira, y en realidad los documentos dicen que ellos dos y Rahul dan todas sus pertenencias y bienes, incluso su ropa, a Raja. En este momento llega la policía para detener a todos los villanos. Rahul intenta escapar pero no puede, y Kiran se reúne con su padre y hacen las paces: ella se casará con quien él quiera. Singhania le pregunta a su hija si realmente le gusta Raja, a lo que ella contesta tímidamente sin decir nada (pero que significa "sí")...y Raja sonríe pensando en la suerte que tiene, ahora es rico y además se casará con la chica que le gusta...o eso cree.



Porque Singhania se va insultándole y diciéndole que su preciosa hija jamás se casará con el dueño de un pequeño dhaba ;)

Y hay mil escenas graciosas más, que por algo es una película de dos horas y pico, pero entonces, esto se convertiría en una entrada de dos horas y pico. Menos mal que tenéis las canciones como intervalo.

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