guardadas tras viejas rejas,
cristales sucios, puertas cerradas
con candados oxidados.
Tus goli pierden los pasos de la gente,
sus tazas de té rotas contra la carretera,
sus palabras amontonadas por las esquinas,
entre la basura y los charcos y los perros.
Como tú, los ojos de tu gente
son un laberinto; nada esconden
pero callan. Sólo las ruinas
son visibles: el porqué
es un secreto.
goli*: callejuela estrecha y normalmente, retorcida, en bengalí.
2 comentarios:
Entiendo que es tuyo, ¿no?
Interesante. Recoge la esencia de lo que sentimos en Calcuta.
Me alegro de que hable un poco por todos los que viven en Calcuta y no solo por mí
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