Se trata de Kimbra, una nueva estrellita neozelandesa* con un gusto pésimo para la ropa, pero con una voz que lo compensa. Sobre todo en esta versión, medio directo medio en estudio, de su canción Plain Gold Ring. Una tormenta.
También me encanta esta otra, Settle Down. El video es una monada, con esas mujeres-niñas-muñecas:
Y una más para terminar, Old Flame.
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