domingo, abril 15, 2012

Dos últimas semanas de curso

Estas dos últimas semanas, por eso de ser las últimas, han sido muy intensas. Mil cosas que hacer (todavía) y mucho calor, tormentas continuas a eso de las 7 de la tarde, visitas de amigos y talleres en la universidad. Además, por ser la ultima semana de trabajo de mi compañera francesa, Clo, el jueves (su último día) fuimos a la universidad las dos vestidas de sari, para sorpresa de nuestros estudiantes (y de todo el mundo que nos veía)


Pero empecemos por el principio.

La primera semana de abril vino mi amigo español y asiduo lector de este blog, Juan, a ver Calcuta antes de marcharse de India (y a visitarme, claro). Aunque tuvo sus pequeños percances con el clima (el calor sofocante, las tormentas que casi le impiden llegar y salir de la ciudad), me quedo con una frase del segundo día: "la ciudad ahora me parece menos hostil". Buen resumen, efectivamente, al principio parece una ciudad totalmente hostial hacia sus habitantes, difícil, dura, caótica, asfixiante...pero luego uno se acostumbra al nuevo lenguaje de esta ciudad, diferente de todas las demás ciudades (aunque en el fondo sea India, hay más diferencias que similitudes), y empieza a resultar un poco más amable, sobre todo por la gente, que suele ser encantadora.

Gracias a él he podido ver, por fin, los jardines de Victoria Memorial, el Indian Museum, St. Paul's Cathedral, St. John's Cathedral, he paseado por Dalhausie (BBD Bagh, la zona de los ministerios, los bancos y los negocios) en un festivo, he ido a cenar al Park Hotel y he tomado uno de los mejores vinos de mi vida (un pinot noir de California, parecido al Rioja crianza pero un poco más suave y afrutado, menos seco).


Victoria Memorial desde el Jardín


La entrada a St.Paul's Cathedral


La Corte de Justicia parece más bien un palacio medieval de juguete...


Fascinantes puentes para conectar los dos edificios de la Corte de Justicia


"Pedacito" de mica encontrada en Bihar, en el Indian Museum.


Creo que era la estatua de un boddhisatva budista, pero ya no me acuerdo...en el Indian Museum.

Pero después de la visita, volvió todo el trabajo acumulado que había quedado pendiente: perseguir a media universidad para que me dieran una habitación en la Guest House y un aula para el escritor que venía a realizar una charla sobre la creación narrativa, escribir mil cartas al respecto, corregir ejercicios y preparar exámenes, arreglar el sari para el jueves como había prometido a Clo (ver la primera foto)...y claro, al final con tanto estrés y calor me dió un bajón y me subió la fiebre, y el día antes de que viniera el escritor tenía 39ºC de fiebre. Me quedé en casa a descansar, le tuve que dar a Clo unas fotocopias con ejercicios para llevarles a mis alumnos para que no perdieran clase. Pero al final, se fue la luz en la universidad y no pudieron hacer nada el clase tampoco. Y yo hasta tuve que salir, para ver el auditorio donde quizá representemos la obra de teatro que estamos preparando en el taller, en mayo. Es el Triguda Sen Auditorium, un lugar desangelado, que apesta a cerrado y lleno de polvo...Seguimos buscando auditorio, pero tal vez tengamos que conformarnos con ese...

Estaba nerviosa, porque si al día siguiente seguía enferma iba a ser un desastre, con la llegada del escritor y no puedo perder clase a final de curso, pero al final me levanté bien y no pasó nada. O sí. Como el miércoles estuve enferma no pude ir a la universidad a seguir persiguiendo a la gente respecto a la habitación y al aula, y di por sentado que, habiendo pedido la habitación la semana anterior, para el jueves y habría llegado la carta con la reserva a la Guest House, pero resultó que no, que no había llegado. Tras discutir un poco con recepción y llamar varias veces a College St, donde nadie cogía el teléfono, al final nos dieron una habitación. 

Pero cuando llegamos a la universidad, enseguida el secretario del departamento me dijo que fuera a hablar con el Assitant Secretary, que simplemente me dijo que fuera a hablar con el Registrar, que a su vez me dijo que fuera a hablar con la General Section...así, de un lao pal otro. Y por fin en la General Section me dicen que...¡yo no he entregado allí ninguna carta para reservar ninguna habitación en la Guest House para el escritor, y que yo había creado un problema! ¡El mismo tío que me la cogió va y me dice eso! Así que ya me enfadé y les insistí hasta que se pusieron a revisar los documentos que tenían esparcidos por la mesa una y otra vez y...¡sorpresa! encontraron la carta: la mía, escrita a mano, fechada, sellada y firmada, y la suya, la que debían haber enviado a mi Guest House con la reserva y que obviamente, perdieron entre el caos de papeles. Y sin disculparse siquiera, me dicen que ahora mi escritor tiene que cambiar de habitación porque recibieron otra reserva para otro señor y que le han dado la misma habitación. ¡Ni de broma! El escritor ya estaba instalado en la habitación, así que les dije que le dieran la habitación vacía al nuevo, que todavía no había llegado a la Guest House, y dejaran al escritor en paz en su habitación, tranquilo. Tampoco estaba el escritor en la Guest House ahora, así que aún cuando este nuevo profesor llegara, se encontraría con que no podría entrar en la habitación, y se molestaría: era mejor para todos darle la habitación vacía a la otra persona por venir, y dejar al escritor en la suya. Además, mi reserva era anterior, pero como la "perdieron", pues le dieron la habitación a la otra persona...En fin, pues no había manera de hacerles entender nada y me decían que nanai, que habia que cambiar de habitación al escritor.

Me marché, enfadada. Me tomé un té y volví al departamento. Desde allí llamé al Registrar, al que le expliqué el problema y prometió devolverme la llamada a ver que se podía hacer. Al cabo de 10 minutos me llama y todo arreglado: el escritor se queda en su habitación, y el otro profesor por llegar se instalará en la habitación vacía. ¿Para qué escribir tantas cartas si al final lo único que soluciona las cosas es una llamada telefónica?

Y esto no fue todo. En los dos últimos meses mi salario, no sé por qué razón, no llega en los 5 primeros días del mes: el de febrero me llegó el día 20 de marzo después de protestar por todos los despachos, y el de marzo todavía no lo he recibido. Así que de nuevo desde el departamento, llamé a nosequién de algún departamento de contabilidad que me decía que es que yo tenía que hacer no se qué papeleo para hacer el proceso más sencillo y tal...

Y estallé. ¿Más papeleo? Pero, ¿por qué? ¿Por qué ellos no quieren trabajar y se pasan el día charlando  y tomando té o viendo facebook en el ordenador? Durante tres meses no tuve ningún problema, ninguno, con el sueldo. Ni la anterior profesora lo tuvo, en tres años. ¿Y ahora, qué pasa? Así que le dije esto (que antes no había habido ningún problema, que María no había tenido ningún problema, que yo quería saber por qué ahora SÍ había un problema y cuál era exactamente), pero el señor simplemente ignoraba mi pregunta (aunque se lo repetí tres veces, mientras el secretario de mi departamento asentía con la cabeza a todo lo que yo decía), hasta que al final me dijo que vería qué podía hacer...Como tenía clase no podía ir a verlo en persona, pero fui al día siguiente, el jueves, con el secretario del departamento (que no me ayuda más porque no puede, vamos, entre su mal inglés y mi mal bengalí, mucho hacemos por entendernos), y va y me dice que es que como ese día no se quién no ha ido a trabajar (sin razones aparentes, o a mí no me las han explicado), pues que voy a tener que esperar al lunes...

Como el lunes no tenga el cheque me los como. Y no es por el dinero. Es porque es su trabajo y no lo están haciendo. Y porque si no me quejo y los persigo, directamente no me pagan...

Pero bueno, el taller de Escritura Creativa (que al final fue una charla sobre el proceso de transformación de "persona cualquiera" en "escritor", por ciertos desajustes y lagunas informativas que prefiero obviar, pero que en el fondo fue mejor idea....) fue bien, funcionó el proyector, vino bastante gente (aunque algunas personas que yo esperaba faltaron), y no hubo contratiempos. Pero lo mejor fue que cuatro de mis alumnos del taller de teatro se hicieron amigos del escritor y lo llevaron por Calcuta, a la Indian Coffee House y a tomar dulces bengalíes, y a montar en tranvía hasta Esplanade, y charlaron un montón, con lo que él tuvo una tarde estupenda y aprendió un montón de cosas sobre India, los indios, y Calcuta. Al final acabamos todos en el Raj's Café, en café español de Calcuta, tomando gazpacho, patatas bravas y huevos rellenos.


Teatreros con gazpacho 
(con el cartel del Royal Bengal Tiger de fondo, vaya, no me había dado cuenta...)

Y ahora me queda preparar un examen, seguir buscando auditorio, y terminar mi charla sobre la poesía española en la guerra civil que está muy a medias!! uf, espero que no me vuelva la fiebre.

1 comentario:

Ricardo dijo...

Fue una buena idea que Clo y tu fuerais vestidas con el saari, que ademas os sienta muy bien ¡Estáis muy guapas! Ya sabes como es la burocracia en la India y lo lento que funcionan las cosas. Al final se arregla pero después de cogerte unos buenos "cabreo", enfadarte y pasar malos momentos. Juan tiene razón, después de unos días en Calcuta la ciudad ya parece más acogedora, le vas cogiendo el "tranquillo". ¡Qué os salga bien la representacion de teatro! ¡Animo!

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