sábado, diciembre 22, 2012

Hay dos Bengalas (y aquí está por fin la segunda parte)

El domingo me desperté en Bongaon una hora más tarde de lo debido, pues había quedado en ir a Habra, el pueblo donde vive Subhas, a las 8 de la mañana. Después de avisar por teléfono (de hecho, me desperté porque me llamó Subhas...) y del merecido rapapolvos (qué palabra más curiosa esta, ¿no?), me encontré con la primera dificultad: ducharme. No es que no hubiera ducha, que la había, al estilo indio: llenas un cubo de agua, y con un cacito, te la vas echando por encima. Esto ahorra agua, y no la ducha. Pero el problema era que el agua tenía mucho hierro, y salía medio roja. Y helada. Por fin me trajeron un poquitísimo de agua caliente, para mezclar con la fría y hacerla templada: pero era tan escasa que me duché con agua fría al final. La cuestión era el pelo: ¿podía lavarme el pelo con semejante agua? Pues no, me dijo Shakuntala, ella no lo hacía. Me trajeron agua filtrada, de nuevo, demasiado poco para mi pelo, que ya me ha crecido bastante. Así que al final, usé el litro de agua que me habían dejado por la noche para beber, y un poco de agua oxidada, porque no me daba para aclararme el champú. Conclusión: tengo que cortarme el pelo.

Después de desayunar un delicioso curry de papaya y un par de rotis, por fin salimos hacia Habra. Al final fuimos en coche, y fue la primera vez que Shakuntala y yo estábamos a solas. Ella aprovechó para preguntarme lo que más le interesaba saber de España: ¿cuál era la situación de la mujer en España? ¿Era un ciudadano de segunda como en India? Me contó que a pesar de haber estudiado en la universidad Zoología y haber estudiado un máster en Ciencias Medioambientales, desde que se había casado y tenido a su hija, no tenía tiempo para nada más: cuidar de su hija, de su marido, de la casa, de sus padres (su madre había superado un cáncer hacía apenas unos meses), de su suegra, de sus sobrinos... No le quedaba nada de tiempo para ella, ni para estudiar ni para trabajar. Quizá por eso intentaba aprender español: para hacer algo por y para ella misma, aunque no me dijo esto directamente, tan sólo es mi hipótesis. Era una mujer de buena familia y de educación, pero no podía enfrentarse ella misma y sola a su "papel" social y familiar que debía cumplir. Al español había que añadir su otra actividad (aunque la comparte con su marido y su hija): pertenecen a una pequeña ONG que intenta proteger animales que los agricultores, por lo general, matan por peligrosos para sus cosechas. Lo cierto, es que en su familia y sus amigas, solo dos trabajaban. Una era su hermana, que realiza una tarea típicamente femenina: ser profesora de sánscrito en una escuela; y la otra era su amiga Nandita, que era cantante amateur en eventos. Además de amas de casa.

Yo le conté que la mujer en España necesita trabajar, porque sino la familia no puede mantenerse, que en mi familia todas las mujeres habían trabajado, en diferentes campos, desde limpiando hasta cosiendo pasando por enseñar y por oficinas. También le conté que hacía 50 años, pues la mujer en España sufría como ella sufre ahora, quizá más, porque ella ha podido estudiar hasta un máster (aunque debe ser frustrante tener un máster y no poder trabajar de ello...ya sea por la crisis económica o por los obstáculos sociales), y hace 50 años, ¿qué mujer en España tenía un máster/estudios de posgrado?). En fin, ella me escuchaba con avidez todo el camino.

Por fin llegamos a Habra, después de recoger a la amiga cantante, Nandita, y en casa de Subhas nos estaba esperando medio pueblo: profesores de escuela, dos cantantes, un médico-músico, dos representantes de dos televisiones locales, y muchos ex estudiantes de Subhas, que ahora eran desde repartidores de leche hasta profesores. Y todos los chavales que aprenden con él. Habían preparado un espectáculo de música, poesía y baile encantador, en el que hubo desde Rabindrasangeet (no pueden faltar las canciones de Tagore), hasta canciones de Kavi Nazrul Islam, otro poeta y compositor desgraciadamente bastante desconocido porque la sombra de Tagore es demasiado larga, pasando por poemas en inglés, el "We shal overcome" cantado a coro, y bailes de música tradicional en su versión fusionada por uno de mis grupos Bangladeshis favoritos, Bangla. 


Nandita, la amiga de Shakunatala, tenía una voz maravillosa, sí.


Este cantante, que no es famoso a nivel estatal pero sí en la región, al parecer estudió canto con otro que sí era famoso, pero cuyo nombre no recuerdo. Cantaba con auténtico sentimiento.


Una niña monísima que bailó con toda la energía del mundo una de mis canciones favoritas :)


Después de las actuaciones, de fotos, y de dos entrevistas en bengalí para dos televisiones locales, Subhas me llevó (¡por fin!) a la oficina-comuna central de su partido, el SUCI (Socialist Union Centre of India). Más que socialistas son comunistas, en realidad. Viven cuatro familias más unas cuatro o cinco personas más, todos juntos, en una casa grande, que por fuera parece bien construida pero que por dentro está sin pintar, las escaleras algunas todavía son simplemente ladrillos, faltan tabiques, las sillas y mesas son viejas y algunas están un pelín rotas...Pero había otra cosa mucho más llamativa que la forma de vivir comunitaria, en la que todos comparten sus ingresos, su espacio, su comida y sus cosas, o que el estado de la casa. Veréis, cuando entré, en el salón principal había un chico joven estudiando. Al parecer era un estudiante de derecho que llevaba poco tiempo en la casa. A su alrededor, unos cuantos libros más, pero en las paredes...¡Dios mío, las paredes! ¡Todo el salón estaba cubierto de estanterías llenas de libros, catalogados por temas, con puertecillas de cristal para que no les entrara el polvo! Había libros de ciencia, de sociología, de matemáticas, de política, clásicos...y en las paredes, arriba, cuadros y fotos: sí, Marx, Lenin, Stalin, algunos líderes indios, y...el cuadro de Delacroix, La libertad guiando al pueblo. Shakuntala pregunto inocentemente si esa mujer era Juana de Arco, a lo que el joven estudiante replicó enseguida y apasionadamente con un "no". "Esta es la Libertad guiando al pueblo, de Delacroix, un pintor francés. Representa a la Libertad guiando a la humanidad para el futuro". A lo que yo añadí que era de la época de la Revolución Francesa. Al decir eso, el chico inmediatamente sonrío y creo que le caí bien sólo por eso.

Pero mi sorpresa ante su conocimiento (y pasión) por el cuadro de Delacroix la menciono porque: uno, Shakuntala no sabía nada del tema, y parecía que Subhas tampoco; dos, no creía ni creo que los indios sepan mucho ni de historia europea ni de arte europeo, porque suficiente tienen con estudiar lo suyo, que no es poco; y tres, porque cuando se lo comenté a Charline al volver ella me dijo que hacía una semana que había enseñado ese cuadro en clase a sus estudiantes de segundo (y último año) de máster, y ninguno lo conocía....después de cinco años de estudiar francés, cultura, literatura e historia francesa, en la afamada Universidad de Calcuta. Pero en Bongaon, un sencillo estudiante de Derecho que vive en una comuna, lo conoce. Olé.

Por fin subimos, por unas estrechas escaleras, para conocer al jefe del partido en la región, Shankar Ghosh. En la habitación donde dormía y trabajaba, solo habia una mesa y una silla, un banco, un armario, una larga estantería con puertas de cristal cubriendo la mitad de las paredes, también llena de libros hasta arriba, una cama, y un ordenador en otra mesilla, cubierto por una sábana para que no cogiera polvo. Cuando llegamos, estaba corrigiendo alguno de sus escritos en bengalí, con un bolígrafo de tinta roja. Llevaba una camisa blanca y un lungi (una especie de toalla larga con diseño a cuadros, un traje tradicional) azul atado a la cintura. En su mesa, más y más libros, y un enorme diccionario de Bengalí-Inglés. Era un hombre moreno, con el pelo que empezaba a ponerse canoso, de unos cincuenta años. Su mirada era muy tranquila: sus ojos castaños, claros para ser indio, caían un poco a los lados, dándole un aspecto un poco tristón. Su sonrisa era sencilla y, no sé qué otra palabra podría usar, yo diría "acogedora".

El Sr. Ghosh me preguntó cosas generales sobre mí y mi opinión del pueblo, de Calcuta y de India, hablamos del significado real de democracia (en sus palabras: "democracia es que nadie pase hambre", lo cual es una interesante definición, pero creo que hay algo más que no pasar hambre para tener democracia....), hablamos de Corea del Norte (al parecer dos enviados de Corea del Norte, uno de ellos médicos, habían venido hace poco al pueblo, habían charlado e intercambiado información, porque ya se sabe que los obreros del mundo están todos unidos, la nacionalidad no importa. Y el médico hasta había tratado a alguno de los miembros del partido. Cosa que no entiendo, porque no es que no haya médicos en India), hablamos de Estados Unidos y de su imperialismo, me preguntó por Franco, por la situación de España entonces y ahora, cómo iba el movimiento obrero allí, por ETA... Yo le pregunté por su vida: llevaba 37 años viviendo en esa comuna, nada era de su propiedad, todas sus cosas las donó al partido en su momento, y viven de donaciones y ayudas de miembros del partido que entregan algo (o todo, si vivenen la comuna) de lo que ganan. Todo el dinero que entra lo usan para vivir, financiar los estudios de los que viven en las diferentes comunas, y para los eventos y publicaciones del partido. Pero normalmente funcionan como una red cooperativa en la que si tienen que preparar una conferencia, o un mitin, pues alguien les presta el lugar, otro los altavoces, etc, de modo que tampoco es que haga falta mucho dinero. A las afueras del pueblo hay una gran comuna en la que viven unas 300 personas, con granja y campos, donde todos colaboran para que funcione: un experimento de organización comunista en la que todos los miembros del partido están obligados a vivir y trabajar cada cierto tiempo, a no ser que algo se lo impida (como una enfermedad o así). Han montado escuelitas o centros de enseñanza (como hace Subhas, que junto a otras personas enseña a los niños que viven al lado de las vías del tren, que por lo que he visto siempre en India, son de los más pobres que hay). Cualquier persona es bienvenida a la comuna mientras tenga una actitud positiva y unos buenos hábitos. 

Mientras charlábamos, nos ofrecieron té y dulces (al parecer los sandesh de Bongaon son muy famosos), y el Sr. Ghosh me regaló tres libros: uno sobre Stalin, en inglés, y dos en bangla, uno sobre Master da Suryo Sen, un luchador por la independencia de India, y otro, el que me parece más interesante, sobre Pritilata Waddader, que resulta que es la primera mujer que luchó por la independencia, llegando a sacrificar su vida por la causa, y de la que nadie ha oído hablar jamás en Occidente (sólo conocemos a Gandhi y a Nehru, pero hay mucha gente metida en esto de la Independencial. Claro que no hay una película de Attenborough llamada "Pritilata" o "Netaji"...). Ahora solo me queda aprender el bangla suficiente para poder leerlo... De momento, sigo con los libros infantiles.

Al final de esta charla, en la que me hubiera gustado preguntar más cosas, y en la que el jefe también se quedó con ganas de más información, me hizo prometer que volvería a Bongaon para hablar de nuevo, y en especial, para dar una pequeña charla sobre los problemas del desempleo en España (el desempleo, en todas partes del mundo, es algo que le preocupa mucho), y sobre los movimientos de protesta actuales. Así que chicos, en febrero, ¡habrá otra entrada sobre Bongaon!

Tras esta charla y té, por fin tocaba otra de las cosas que vine a hacer a Bongaon: dar una charla general sobre España. En una pequeña academia en el centro del pueblo, Subhas, el hombre que hizo su doctorado sobre Octavio Paz, y el dueño de la academia, habían preparado un aula para las circunstancias.

Con la foto de Lorca y un mapa de España que me vino de maravilla para la charla.

Como me habían pedido que trajera fotos y videos y música, había pedido un proyector, pero cómo instalar el proyector...nadie sabía. Menos mal que Shakuntala tenía un ordenador portátil. Como en todas las charlas, conferencias y programas culturales aquí, empezaron con música y poemas: un poema de Borges, de Octavia Paz, y otro de León Felipe (en español y bengalí los tres), y la canción We shall overcome, que es el super hit de Bongaon. El poema de León Felipe, que leyó Shakuntala, hablaba de "hay dos Españas", así como hay dos Bengalas: de ahí el título de estas entradas. Después Subhas me presentó, en bengalí, y por fin empecé yo, un poco en español y después todo en inglés. ¿Dónde está España? ¿De dónde vengo yo? ¿Cómo es el español? ¿Por qué se habla español en Latinoamérica? ¿Cómo es España? Fotos, videos actuales y música acompañaron la charla (les encantó Jorge Drexler y la Muiñeira de la Chantada), y por fin una ronda de preguntas, que fueron desde el clima en España, hasta los parecidos y diferencias entre el español y el inglés, pasando por la situación de los transexuales en España (una pregunta que no imaginaba en absoluto que me fueran a preguntar) y los efectos de la globalización en España. Increíble el interés que tienen en este pueblo pegadito a Bangladesh.

Para terminar, el típico regalo de flores y de un libro de Tagore traducido al ingĺés (ya tengo tres), y salir corriendo a la estación de tren para volver a Calcuta. Sin duda, un fin de semana interesante.


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