miércoles, abril 27, 2011

Coorg

Después de Mysore, nuestro destino era Coorg. Un lugar entre las montañas, alejado de las ciudades y del mundanal (e infernal) ruido de Bangalore, Mysore, o cualquier otra ciudad india. Lo primero que me asaltó al llegar al lugar fue el silencio. No era exactamente silencio, porque estaba el sonido del viento en las hojas, de los insectos, del agua, de la gente hablando suavmente...sonido, no ruido. Sonido que no podía apreciar antes porque en la ciudad, por muchos árboles e insectos que haya, y gente hablando, el ruido del tráfico y de las bocinas de los coches lo aplasta todo. Una desgracia.

Coorg era la paz y la tranquilidad que estaba buscando. El color verde reinaba allí. Fuimos, por recomendación de un amigo de aquí de Bangalore, a una casita rural en medio de la nada, en plena plantación de café. Porque Coorg, además de ser famoso por la naturaleza y el senderismo, es famoso por el café y la miel. De hecho, nuestro lugar estaba en "Honey Valley". La casita rural era una monada, el servicio era muy bueno, la gente muy amable y atenta, las habitaciones eran cómodas y limpias, la comida estaba incluida y era una delicia (sabores suaves, comida vegetariana, en plan buffet, café y té todo lo que quisieras...). Había una terraza fantástica en el primer piso, con unos sillones comodísimos donde poder descansar, mesitas, té y café en termos grandes para servirse cuanto uno quisiera, y parte estaba al aire libre para poder admirar las estrellas por la noche.

Las plantaciones de café se extendían hasta donde alcanzaba la vista, y más allá. Nos metimos entre ellas, pero fue una mala idea: ¡estaban plagadas de sanguijuelas!

Esta es la casita rural donde nos alojamos, Chingaara. ¡Una delicia!

 Por la casa andaban rondando varios perros, perritos y este burro. Aquí vemos a los tres animales descansando placenteramente. El perrito era una monada, ¡una pena que no tenga una foto mejor de él!

En Coorg, al estar en medio de la jungla y de las plantaciones, había montones de insectos y bichos de todo tipos: ciempiés gigantes, saltamontes, grillos, y mariposas, mariposas preciosas como esta. Con las alas abiertas es azul, blanca y negra, pero...

...pero si la ves de lado, es como una hoja seca!!

Pasamos allí dos días, relajados y yo, al menos, desestresándome, que bien falta me hacía. Cómo no hacerlo con estas vistas:




Si, desestresándome, ¡y descansando después de una mañana de trekking!


Mysore

Al fin un poco de viaje! Este pasado fin de semana, como mi padre ha estado aquí conmigo, pedí mis primeros días libre para poder disfrutar un poco con él de India y ver más cosas que no fueran Bangalore. Así que fuimos a Mysore, una ciudad al sur que antes era la capital de la zona, la capital del reino de Mysore (como se llamaba Karnataka antes).
Lo más importante de Mysore es su palacio, y sus cursos de yoga y aryuveda. Pero no teníamos tiempo para yoga ni medicina india, así que sólo nos pasamos por la parte turística: el palacio y algunos museos.

Salimos tempranísimo de Bangalore, tomando un bus de la compañía de transportes del estado, la KSRTC, con unos precios increíblemente baratos. Vale, los autobuses paran en casi todos los pueblos que se encuentran por el camino, pero van rápido a pesar del mal asfalto y los asientos no son incómodos, y abriendo la ventana un poco ya tienes aire fresquito sin aire acondicionado. Digo esto porque a la vuelta probé un bus "de los buenos", de los caros, con aire acondicionado, asientos grandes, etc., y fue un auténtico infierno.

Total, que tras tres horas de viaje para 140 km, llegamos a Mysore tempranito, listos para buscar un hotel donde dormir esa noche (que encontramos a la primera), y para buscar dónde desayunar un poco antes de ir a ver la ciudad aprovechando que todavía no hacía calor.

Lo primero a lo que fuimos fue al palacio, claro está. Para eso es famoso:



A parte del palacio visitamos un par de museos, ninguno demasiado espectacular en general. El primero era un museo con las cosas que el maharaja de Mysore tenía en su palacio: lo más bonito, unos dibujos estilo persa y la decoración japonesa que tenía en el palacio. Siempre que veía algo que me gustaba, me acercaba a la etiqueta y veía "xxx (según la cosa que fuera) japonesa": una pintura japonesa, una silla japonesa, una vajilla japonesa...

El otro museo era un museo de arte tradicional indio, un museo precioso. Además, tenía una exposición especial con fotos de naturaleza de diversas partes de India, sobre todo del norte (Himalayas, Sikkim, Kashmir), pero también con algunas del sur, como Coorg o Kerala.

Por desgracia, en los museos no se podían sacar fotos, ni tampoco en el palacio. Menos mal que un amigo que había ido al palacio anteriormente sacó allí alguna fotillo de estranjis, como esta:


Por desgracia, estábamos tan cansados después de levantarnos temprano, del viaje en bus, de pasear de un lado a otro, del calor...que por la tarde, mi padre y yo nos fuimos al hotel a descansar y nos quedamos dormidísimos. Luego despertamos, jeje, y nos pusimos a ver la tele en el hotel. Para mí era la primera vez que veía la tele en India. Como en el piso donde estoy no hay televisión, me he pasado cuatro meses sin tele (he echado de menos hacer zapping, lo reconozco), y tenía una curiosidad terrible. Descubrí dos cosas sobre la tele india:
1) Hay miles de canales. Miles. Para todos los gustos, lenguas e intereses. Que no se diga que en India no hay variedad
2) Hay películas por todas partes. El cine aquí, funciona.

Abrumada por la cantidad de canales y la cantidad de lenguas diferentes que no entendía, me divertía cambiando de canal para ver las actuaciones musicales de las películas, o los canales dedicados a música de Bollywood o del cine del sur (es decir, en otras lenguas, no en hindi), y también cambiando para ver anuncios, esta vez en hindi, porque son cortitos, con un lenguaje más o menos sencillo, y podía aprender alguna cosa. Bueno, sólo aprendí a decir "bebe", y "come", por un anuncio de sopas...¡Pero algo es algo!

Con eso y con los libros que estoy siguiendo aquí, y con mis alumnos de Infosys que hablan entre ellos en hindi todo el rato (así tengo input real), algo estoy aprendiendo. Mein hindi sikh rahi hun...

jueves, abril 14, 2011

South Indian Thali

Los llamados "thali" son lo que en España sería un plato combinado: un montón de distintos platos, todos juntos en una bandeja. Solo que aquí, en lugar de amontonarse alrededor de un pedazo de carne, se amontonan alrededor de un buen cuenco de arroz, con algunos panes. Según la zona de India son distintos, pues en cada lugar tienen distintas especialidades, y viendo lo que te ponen puedes decir de dónde es la comida. Si bien entre los thali del norte y los de sur hay diferencia, dentro del norte y dentro del sur, según la región, también cambia la cosa. En realidad, incluso distintos restaurantes ofrecen cosas distintas. Pero en general, en el sur encontrarás siempre mucho arroz y menos pan, a veces incluso dosa (que es como una pancake salada del sur), y siempre habrá rasam, una sopa picante de tomate (normalmente, aunque puede ser de otros ingredientes), y sambar, otra sopa, esta vez de lentejas. Luego habrá algún que otro vegetal con salsa (lo que llamaríamos "curry"), otro sin salsa, y luego alguna cosa con yogur, y algún otro tipo de arroz. A veces incluyen un dulce también. Ah, y una especie de pan crujiente, como un cracker enorme, no sé como describirlo...a mí me parece una patatilla frita de bolsa gigante, pero el sabor es muy distinto.

Aquí, una pequeña muestra del thali que me he comido hoy, en MTR (pero en otro MTR, no del que hablé anteriormente en otro post. Resulta que han montado una cadena y hay uno cerca de mi casa!!)


Thali del sur de India, con empezando desde el cuenco amarillo: dulce de almendras, vegetales con coco, yogur, yogur líquido con cebolla (raita), un arroz con verduras y lentejas (bisibele bath), rasam de tomate, sambar, chutney de coco y menta. En el centro, masala dosa (pancake rellena de puré de patata con vegetales) y arroz. En el borde, detrás de los yogures, papad, el crujiente del que os hablaba.

Y este es el thali, o lo que queda del él.....

Este es un thali del norte de India. Como podéis ver, hay mucho más pan. Vienen dos rotis, este pan grande aplanado, debajo hay otro papad, de lentejas, en la esquinita eso rojo es una salsa picante hecha de vegetales, hay cebolla y pepino crudo como ensalada, lentejas (dal), arroz pulao (con vegetales), unos vegetales en salsa, y arroz con yogurt. Es uno de los más simples que he visto hasta ahora, no de los mejores tampoco, pero no estaba mal....

City Market Parte 2

City Market se está volviendo una de mis partes favoritas de la ciudad. Tiene un encanto difícil de explicar. Bueno, en realidad, no: lo que pasa es que es la India que me imaginaba antes de venir. Y claro, me siento extrañamente bien allí, porque veo lo que espero ver, y eso, me gusta. También me gusta cuando veo otras cosas nuevas y descubro que la India es mucho más de lo que parece, que lo es, pero a veces, confirmar el estereotipo hace ilusión. Sobre todo en Bangalore: todo el mundo dice que es la más europea de las ciudades de india, lo que no quiere decir que tenga nada de Europea, pero sí es distinta del resto. Es una nueva India, diría yo, no menos.

Bueno, me desvío del tema. Hace dos lunes se celebró el año nuevo de mi estado, Karnataka. Se llama Ugadi, y es una época de celebraciones familiares y de renovación: la gente pone hojas y flores frescas adornando el portal de la casa o de las tiendas y negocios, la gente compra ropa nueva, joyas nuevas, van a los templos...Así que Marisella, la nueva profe colombiana, y yo, decidimos ir a una zona más tradicional en Bangalore, esperando descubrir pequeñas cosas típicas de este día tan especial. Y allí vimos a la gente comprando las hojas, colgándolas en las tiendas, yendo en familia a los templos y haciendo plegarias,...fue un City Market menos congestionado que la otra vez que fui, ya que era festivo, pero aún así, me gustó mucho. ¡Seguramente vuelva más veces antes de irme de Bangalore!


Hombres comprando hojas frescas para decorar las puertas de sus casas y los frentes de sus negocios, como podéis ver en la siguiente foto:


En una tienda que sólo vendía chili seco y alguna que otra especia más, la gente se amontonaba para comprar. Lo curioso de City Market es que cada calle es temática, está dedicada a un tipo de tiendas, así que todos venden más o menos lo mismo y claro, tienen que hacerlo al mismo precio porque hay mucha competencia...y aún así, hay clientes en todas las tiendas!


 Las tiendas de ropa suelen tener el género colgado en el exterior, para llamar la atención y que la gente entre. Muchas son pisos acondicionados como tiendas, así que no hay escaparates...sino tendederos, jeje.

 Los dulces indios son superdulces, hasta el punto de ser empalagosos, pero alguno de vez en cuando no está mal. Y estos, tienen una forma preciosa! Esas fresitas y esas manzanas, ais...


Esta es la calle de los chilis secos y las especias y condimentos. Pero no os equivoquéis, esas montañas de colores son polvos para pintarse, para el puntito que llevan en la frente muchos indios, o para pintarse la cara de amarillo con cúrcuma, que dicen que es bueno para la piel y refresca...Yo no sé si lo hacen porque así parecen menos oscuros y aquí, cuanto más clarita tengas la piel, mejor. Pero choca, a veces me he encontrado con señoras con toda la cara amarilla, y al principio, menudo susto...

Celebración en Brigade Road

Aquí podéis ver perfectamente que la gente se vuelve loca cantando, bailando....¡Así toda la noche!

And the Cricket World Cup goes for...India!

Este año fue la Copa del Mundo de Cricket. Un acontencimiento que aquí se vive con la intensidad que en España vivimos los mundiales de fútbol. El cricket es el deporte rey, sin duda, en la India. Tal es la pasión, que todos los bares ponen ofertas y televisan los partidas, se montan fiestas, los alumnos no vienen a clase, la gente se pinta la cara con la bandera de India (yo me pinté las manos), y en la calle, la gente se vuelve loca. Yo vi tres partidos (bueno, no los vi enteros), y todo el rato estaba recibiendo mensajes de mis amigos comentándome la puntuación o diciéndome qué pasaba, y cada vez que India ganó (los tres partidos que vi los ganó), me llamaron gritando como locos diciéndome: "¡Hemos ganado!!! Uau!! No me lo creo!!" Por si no me había enterado, aunque con la de fuegos artificiales que lanzaban al lado de mi casa, como para no enterarme...No hay manera de no enterarse. 

 Aquí están los amigos con los que fui a ver el partido a un bar, celebrando lo que llamaríamos un "gol", en cricket...creo que el bateador indio había lanzado la bola muy lejos, o algo así. El cricket se parece un poco al béisbol.
 Después de la victoria, fui con un amigo por el centro de Bangalore en moto, para ver las celebraciones en la calle. Esto es en Brigade Road, la calle central y comercial de Bangalore.

 De nuevo, la gente amontonada y llevando una enorme bandera de India por el centro de Bangalore, en Brigade Road.

Muchos motoristas y conductores salieron, como nosotros, para festejarlo en la calle. Casi me sentía mal por no tener una bandera india para ondear al viento...¡todo el mundo parecía tener una!

Iskon Temple y Dhobi (lavanderos)

Hace unos días fui a Iskon Temple, el centro de los Hare Krishna aquí en Bangalore, sino en el sur de India. Es un templo bastante moderno, construido hace no demasiados años (en 1997), creo que el más grande la ciudad. Aparece en casi todas las guías de Bangalore y mis amigos que lo habían visitado lo ponían muy bien. O me lo pintaban bien. Pero cuando yo fui, no me pareció tal cosa. Tal vez hacía demasiado calor, tal vez hacía demasiado poco tiempo que me había recuperado de estar malísima por culpa de unos pani puri que comí en la calle. El caso es que estaba totalmente de acuerdo con el amigo que me acompañó: aquello es un centro comercial de Krishna, y poco más.

No voy a hablar mucho del templo porque fue una gran decepción. Lo único que buscan es tu dinero, si no es pagando una entrada directa que te ahorra el suplicio de pisar descalzo 108 losas de mármol en las que te tienes que esperar rezando "hare krishna, hare hare ...blablabla" 108 veces (una por losa), con un sol de justicia sobre ti (no sé cómo sobreviví), pues quieren tu dinero poniendo delante de tus ojos miles de mesitas con cositas, libros, adornos, calendarios, dulces, comida, más dulces, mñas muñecos, cuadros, ropa, bolsos, de todo, dedicado a Krishna. Lo cierto es que la comida y los dulces están buenos y no están caros, pero es lo único que vale la pena.

En realidad, lo mejor de la visita a Iskon Temple fue que al lado, justo al lado, hay un pequeño riachuelo, sobre el que han montado un negocio de lavandería, oficio del que se ocupan aquí los llamados "dhobi". Es un solar enorme, con bastante gente trabajando. Hablamos con el dueño, que nos dijo que el negocio lo había montado su padre hacía más de 15 años... Y le debía de dar dinero, porque solo el terreno ya cuesta millones. Pero mejor se ve con fotos.










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