jueves, enero 27, 2011

Ser / Estar aquí

Perdonarme la pequeña bromita del título. Es lo que tiene enseñar español, que se me ocurren cosas acerca de los idiomas nada más (o poco más), y estoy a punto de meterme de lleno en la problemática de ser y estar, una auténtica pesadilla para los alumnos y para los profesores. Con lo simple que es usar "to be" para todo.

El caso es que a veces me parece que siempre he estado aquí. Me cuesta un poco darme cuenta de que antes yo vivía en otro país y tenía otra vida: esa era otra persona, no yo. O algo así. En cambio, otros días me digo "Uau, tía, que estás en la India ¡y no te estás comportando como si esto fuera alucinante!" Un poco de todo.

Cuando tengo mayores ecos de nostalgia es cuando trato de hacer cualquier cosa del día a día, estilo comprar, mandar una carta por correo, pagar una factura, siempre y cuando sea algo que hago por primera vez aquí. Es que no sabe una cómo hacer y todo parece raro e ilógico al principio. Como la primera vez que fui a comprar al supermercado. En algunos pagas en caja y ya está, todo normal, pero en otros te dan el ticket y tú tienes que ir a otro mostrador a pagar, allí te lo sellan y antes de salir, en algunos sitios, te vuelven a mirar el ticket para comprobar que has pagado. Por otro lado, casi siempre redondean la cuenta porque no tienen suelto, así que si tienes que pagar 123 rupias, probablemente solo tengas que pagar 120 al final. Me pregunto qué pasará con las cuentas del super al final de mes. También, los precios varían bastante de un día para otro, y la leche que el lunes compraste a 15 rupias el jueves está a 20, así que supongo que esas tres rupias que un día no pagas se ven compensadas de alguna manera al día siguiente.

Lo más fascinante es lo del regateo. En realidad, no hay precios fijos en casi ningún lado, sólo en tiendas occidentalizadas, pero en las tiendas en las que los indios compran en realidad, lo normal es que pidas un descuentillo y te lo hagan, y entonces tú pidas más descuentillo y te lo hagan, y entonces dices un precio más bajo y ahí empieza el regateo de verdad. Nunca había regateado tanto en mi vida, pero poco a poco le estoy cogiendo el tranquillo.

Por ejemplo, ayer. Aquí fue el día de la República, pero los días festivos en la India, como en Japón y a diferencia de España, no son días en que todo cierre: como te dediques a la atención directa al cliente (tiendas y hostelería), curras igual. Todos los centros comerciales abiertos, llenos de gente que en otros días estaría trabajando, todas las pequeñas tiendas, vendedores ambulantes, supermercados, rickshaw, taxis, autobuses, restaurantes, cafeterías...Vamos, que cierran las empresas y los bancos, y poco más. El caso es que por la tarde, después de dormir y descansar bien, decidí salir un poco y me acerqué a Commercial Street. Está a una media hora de mi casa a pata (más que nada por lo que tardas en cruzar las calles), así que no está tan lejos y me ahorro el rickshaw.

Llegué sin problemas y me dediqué  a dar vueltas por todas las callejuelas, llenas de gente a rebosar, de coches, motos, bicis y rickshaw pitando, gente llamándote y gente regateando. Iba  a buscar un bolso, pero aquí son todos los bolsos demasiado grandes o demasiado pijos para mi gusto (no pegan nada a mi modo de ver con la vestimenta tradicional de las mujeres, pero ellas no opinan como yo), y no encontré nada. Lo que sí encontré fueron unos dupatta (una especie de fulares o bufandas ligeras) preciosos. De hecho, había como una calle en que casi todas las tiendas eran solo de dupatta...Pero claro, además de elegir uno que te guste a ti y no dejarte convencer por el tendero, que te va a dar lo que él quiere, hay que regatear después...En el primer sitio, los dupatta eran demasiado sosos, pero estaban tirados de precio, a 100 rupias. En el segundo sitio que miré en serio, si que había cosas monas, con más decoración, un poco tirando a una pashmina pero sin serlo de verdad. 270 rupias que al final se quedaron en 200 más que nada porque no tenía nada suelto. El tendero me pidió dólares pero yo le dije que no tenía, que no era americana, así que quedo por 200 rupias y punto, pero seguramente habría podido sacarla por menos.

Después de mirar en varios sitios más ya solo por mirar, sin intención de comprar, encontré una tienda con unos pañuelos, palestinas y fulares PRECIOSOS. Alucinantes. No había visto cosa tan bonita en ninguna otra tienda, y ya llevaba hora y media pululando por Commercial St. Entré y allí sólo había un grupo de tres mujeres musulmanas con su marido, padre, o el hombre de su familia, cubiertas hasta arriba con el nikab, que me miraban como si fuera marciana porque estaba eligiendo ropa no occidental, y porque estaba regateando. Al final compré otro fular, negro y verde, muy elegante, que no sé cuando me pondré pero es que me enamoré al instante. Otras 280 rupias que se quedaron en 200. El mejor truco es preguntar primero por una cosa en la que no estás realmente interesado, luego por lo que te interesa, pensártelo y hacer como que te marchas...Bueno, a veces no funciona. Supongo que no siempre tienen tanto margen para regatear.

Como era el día de la República, en muchos lugares ponían que tenían ofertas especiales. En una tienda vendían saris por 250 rupias, tiradísimos. No sé la calidad, pero para el día a día estaban más que bien y de hecho, había un montón de mujeres rebuscando y comprando. A lo mejor para una ocasión especial no valían, pero para usar diariamente, por 250 rupias, es un precio estupendo. No vi saris mucho más baratos que eso en ningún otro sitio. Eso sí, en esa tienda decía un cartel bien grande "Fixed Price". Con lo baratos que estaban, como para regatearles el precio.

Lo más gracioso para mí es regatear en los rickshaw. Me he dado cuenta de que muchos de ellos han usado el taxímetro tan pocas veces que no saben el precio real del viaje y a veces lo sacas por menos. Ganarían más poniendo el "meter" (taxímetro). Por ejemplo, cuando la semana pasada fui a la Foreign Registration Office, fui por 40 rupias y volví por otras 40, negociando las dos veces. Esta semana, el conductor que me llevó accedió a poner el meter, no sé por qué, y resultó que el viaje valía...45 rupias, y porque me bajé antes. Vamos, que casi 50. Los dos primeros perdieron dinero. A la vuelta, con el conductor más majo que me he cruzado hasta ahora (hablaba conmigo, me preguntó si había comido ya, que es la pregunta que se hace aquí para ver qué tal estás y demostrar respeto, me ofreció cigarrillos y me preguntó si me importaba que él fumase, etc), al final le di 50. Total, era lo que valía el viaje, y no había sido borde ni me había intentado llevar por otro lado ni a otra parte, como otros conductores de rickshaw que parecen majos suelen hacer. Eso sí, por pedir, al principio me había pedido 90...

Creo que me gusta lo del regateo, la verdad. Hace la compra más interesante. 

3 comentarios:

Berta dijo...

Hola, espero que esta vez llegue el comentario. He seguido tus instrucciones.
No te preocupes por ese fular que te enamoró, aquí estoy yo ... Bueno, realmente estás viviendo una experiencia de lo más atrayente y distinta, !que envidia!.
Bueno si esto funciona seguiré "comentando".
PD: interesante lo de los cigarrillos.....

Anónimo dijo...

Primi!! pero que bien te lo pasas,no? estas teniendo un montón de experiencias dignas de que algún día las publiques o almenos te sirvan de inspiración.

Ricardo dijo...

Yo nunca habia regateado en mi vida y en Bangalore fue la primera vez que lo hice. El primer rickshaw que cogimos y ya llegço nuestro primer regateo, luego se le va cogiendo gusto y no hay mas remedio que hacerlo, es la forma de operar alli. En cuanto a lo del redondeo es curioso, la primera vez que el del rickshaw nos dijo que no tenia cambios pensabamos que ra para quedarse con algunas rupias nas, pero en uno tienda me hicieron un redondeo a la baja porque no tenan cambios para darme. Creo que eso se debe a que hay pocas monedas en circulacion, casi todo son billetes.

Thinglink Plugin