Puesto de té donde suelo tomar té antes de clase
Vuelvo a escribir en la antesala a la Navidad, no sobre la Navidad, que aquí apenas existe, sino para contar alguna cosilla más típica, como el té. Que ya he hablado del té, sí, pero no es suficiente un solo post para explicar la importancia de este dulce y líquido elemento en la sociedad en la que vivo, en el día a día en el que vivo.
Lo primero por la mañana, es el té. Bueno, no para mí, yo sigo fiel al café mañanero, herencia española pero también de Bangalore....Sin embargo, cuando me levanto, muchas veces están los conserjes de la Guest House haciendo té para ellos mismos o para los inquilinos que lo soliciten. Cuando salgo al mediodía para ir a comer y a hacer fotocopias y luego a clase, suelo tomar otro té. Me lleva la gente, arremolinada en la calle alrededor de cualquier puestecillo, charlando y bebiendo algo calentito. Que ahora, con el fresquillo que está pegando, se hace necesario.
La verdad, a 3 o 2 rupias la tacita de té, no puedo resistirme. Ni siquiera cuando son 5 o 10 rupias, en las tazas más grandes.
Antes de clase, cae otro té, para animarme y prepararme para enfrentarme a los alumnos, que algunos días están bien y otros días, pues no tanto....Y esos días sobre todo, me hace falta otro té después de clase, como reconstituyente de la energía perdida.
Compartiendo el té con mis amigos después de clase.
Pero incluso los días que no hay clase, el té es algo necesario. Paseando una se cansa, y pararse por un tecillo es una excusa como cualquier otra para descansar un rato y charlar con calma. No sé cuántos tés me tomo al día, pero seguro que no es sano...
Recuerdo una vez que estaba en Gariahat, un mercado que queda cerca de mi casa, y me paré a tomar un té en un puesto que tengo fichado ya por el sabor a jengibre de su té, y un hombre bengalí empezó a preguntarme de dónde era, y que qué hacía en Calcuta. Cuando le dije que vivía aquí y que trabajaba, me sonrió y me dijo que podía ver que me había adaptado muy bien, por que vestía salwar y bebía té como cualquier otro bengali...Y me invitó al té, diciendo que yo era su huésped en la ciudad y no podía dejarme pagar. Esto me recordó en Bangalore a las veces que algún karnataka se asombraba de que estuviera comiendo idly o dosa y se sentía orgulloso de que me gustara tanto su comida típica.
Y así fue como empecé a aprender bangla, bengalí, intentando pedir té:
ekta cha din - déme un té
aro cha - más té
koto kore? - ¿cuánto es?
Esas sí que son frases útiles ;)
Pero también hay cultura del café, más bien de los cafés, sobre todo en College Street, donde están las universidades y facultades. Allí está la famosísima Indian Coffee House, en un edificio viejo como todos, con los techos más altos que he visto en mi vida. Siempre está a rebosar de gente, y es más complicad encontrar una mesa libre que una aguja en un pajar. La primera vez que fui, con Clo y algunos alumnos antes de clase, encontramos una mini mesa para compartir entre 6, pero las siguientes veces que he ido, he compartido mesa con otras personas que parecían majas y abiertas a compartir mesa, a las que he tenido que preguntar. Sino, imposible.
Por desgracia no tengo ninguna foto decente del lugar, tendré que volver para sacar una buena, ejem, ejem, qué fastidio volver....
Cream coffe (no pidáis esto, por favor, pedid un café normal que esa mucho más bueno) y onion pakora, lo que viene a ser una especie de tempura de cebolla
La Coffee House me encanta porque allí se reúnen los escritores, artistas, pensadores, a charlar en una interminable adda (tertulia, mira, hasta compartimos conceptos), por eso es imposible encontrar mesa. El último día conocí a alguien que escribe poemas e historias cortas y que está interesado en el modernismo, y nos pusimos a hablar... ¡de Borges!
A pesar del problema de las mesas, y de los camareros que te ignoran y de que tardan mil años en traerte un café (mil años para mí, que sigo aprendiendo paciencia en este país), es un lugar que me encanta. ¡Espero conseguir alguna foto que capte bien el ambiente para compartirlo con vosotros!