Libros de enésima mano en College Street
Ayer descubrimos al nuevo ganador del Premio Nobel de Literatura, el novelista francés Patrick Modiano. Os preguntaréis qué tiene que ver esta información con este blog. En principio, absolutamente nada. Sin embargo...
Hace 101 años que Rabindranath Tagore ganó el Premio Nobel de Literatura. Aunque este premio se otorga a la obra completa de un autor, Tagore fue premiado con una única obra traducida al inglés por él mismo, Song Offerings, que en la versión inglesa aglutinaba poemas de obras bengalíes distintas, no coincidente 100% con el Gitanjali bengalí, y también una colección de poemas que había traducido poco antes, The Gardener. Las otras dos obras que él mismo tradujo al inglés se tradujeron y publicaron después de que le dieran el Nobel. Es decir, que le premiaron sin haber leído la mayor parte de su obra. Con esto no estoy diciendo que se lo dieran inmerecidamente: creo que si hubieran podido leer más de sus obras, Tagore habría recibido el Nobel mucho antes.
Y sin embargo durante estos 101 años, ningún otro indio ha sido galardonado con el Nobel, ni siquiera ha sido barajado como candidato a serlo. China sí, Japón sí, pero nada del subcontinente indio. El problema sigue siendo el mismo: la escasez de traducciones, y la mala calidad de la mayoría. A pesar de la anunciadísima muerte del libro, las editoriales siguen publicando en papel, colocando los últimos éxitos de masas en las estanterías. La literatura popular invade los escaparates de las librerías, pero no vemos en ellas nada de la abundante literatura de masas que el segundo país más poblado del mundo está escribiendo hoy en día. Diréis que exagero, que algo llega. Y es cierto, algún volumen se cuela en nuestras librerías, pero llegan con disimulo, casi con miedo, como si la editoriales temieran llamar la atención sobre las novelas indias que están publicando, con la excepción - a todo el párrafo - de Salman Rushdie.
Busco en la página de los Premios Nobel información sobre Tagore. Contiene una correcta y breve biografía, y un par de líneas que me hacen detenerme: "Para el mundo, él se convirtió en la voz de la herencia espiritual India."
Y es que efectivamente, esa es la visión que desde el rabillo del ojo tenemos de India: un país profundamente espiritual, sin nada más que contarnos que el karma y el yoga. Tagore, como uno de los cuatro puntos de referencia de India que tenemos, se ha imbuido de todo - lo poco que - sabemos del país, incluso con cosas con las que quizá él no estaría de acuerdo.
Hay mucho más en el cosmos indio que espiritualidad, vacas y castas, colores y saris, especias y la fiesta de Holi. Tagore no es un santón vestido de blanco en vez de azafrán. Y la literatura india no se terminó en Tagore. Ni en Salman Rushdie, ni en Arundhati Roy.
Escribo esto, inspirada por un brillante artículo de Scroll.in (página de noticias india que recomiendo a todo aquel o aquella interesado en el país), para romper una lanza por todos los escritores indios que no se llevaron ningún premio ni fueron conocidos más allá, en ocasiones, de las fronteras de sus propios estados. Y es que uno de los grandes problemas es, como ya dije, el de las traducciones. Simplemente, no hay. Nos estamos perdiendo a poetas de la talla de Jibanananda Das o Nirmala, a novelistas como Bibhutibushan Bandhopadhyay o Premchand, a dramaturgos como Dwijendralal Ray o N.Krishna Pillai.
Estos ya están muertos y no sería posible darles el Premio Nobel. Tampoco es que importe mucho, aunque ciertamente aporta una visibilidad que le vendría bien a la literatura india. Pero en un país tan poblado como éste, hay muchos otros, vivitos y escribiendo, que bien podrían empezar a ser traducidos, publicados y leídos.
1 comentario:
Subhro Bandopadhyay
Por si acaso no lo conocias;
http://www.desdesoria.es/?p=111340
!Que bien que has retomado el blog!
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