jueves, septiembre 15, 2011

Festivales: el cumpleaños de Krishna, Eid y Ganesh Chaturthi

En India hay un dicho que dice que en el año hay doce meses, pero hay trece "pujas" (léase a la inglesa o "puyas"), es decir, 13 festivales religiosos. Y la verdad es que hay un montón. Dicen que los españoles tenemos muchos festivos, pero aquí no se quedan cortos. Lo que pasa es que en cada estado es diferente, a veces, muy diferente, y no generalizan, como sí hacemos nosotros.

Bueno, pero no quiero ponerme aquí a discutir sobre las vacaciones en distintos países, sino a hablaros de los festivales que he vivido hasta ahora.

El primero fue el cumpleaños de Krishna, o Krishna Janmashtami, mejor dicho. En distintas zonas del país se celebra de distinta manera, pero aquí, en Bengala, se ayuna durante el día y se va al templo por la noche a rezarle al dios, a hacer el ritual o "puja". La gente se arremolinaba como loca alrededor del templo, que estaba decorado especialmente para la ocasión. Y resulta que yo vivo al lado un templo dedicado a Krishna y a Radha, su primera novia. Aquí, algunas fotos:



 Y aquí, el templo de día cualquier otro día:

Después de esta fiesta, llegaba el turno de Eid (léase "id"), que es el último día de Ramadán, cuando los musulmanes abandonan el ayuno. Es un día de rezos tempranos en la mezquita, y de reunión con la familia y los amigos, para pasárselo bien. Se veían montones de grupos de jóvenes por la calle, hablando, tomando té, paseando en moto, jugando a las cartas...todos los chicos que pueden estrenan una kurta larga nueva, blanca, o con bordados dorados y otros adornos, y las chicas también van guapas (aunque vimos pocas, casi todas niñas vestidas como de princesitas, con vestidos con vuelo y muchos brillos). Es un día que todo el mundo está en la calle. Hicimos un "amigo", Nadin, (creo recordar), que se empeñó en acompañarnos todo el camino, aunque mi compi francesa y yo ya habíamos recorrido casi todo el barrio musulmán por aquel entonces. 

De nuevo, una pequeña muestra:

Manos de una niña con mehendi (henna).

Niña haciendo equilibrismos en la calle.


Y nuestro último festival, por el momento, ha sido Ganesh Chaturthi, que celebra que Ganesh fue declarado el más importante de los dioses por Shiva, su padre. Es un festival que no es muy importante aquí en Calcuta, pero sí lo es en otras zonas como en Mumbai (sobre todo) o en Gujarat. Pero aún a pesar de no ser un festival grandioso, tuve la oportunidad de verlo, de purísima casualidad, cuando volvía del trabajo un día, en mi calle. 

Resulta que para este festival se coloca una estatua de Ganesha especial, decorada, que se cuida durante 6 o 10 días (esto varía según la zona), ante la que se realizan rituales (pujas), hasta que se la llevan de procesión por la ciudad, con luces y música, gente bailando y niños gritando, para llevarla a un río o un lago donde sumergir la estatua.

De momento cuelgo alguna foto, pero en cuanto pueda pondré también un vídeo.







La ciudad de noche

Llevo un tiempo sin escribir porque he estado bastante ocupada no sé exactamente en qué, en las clases claro, pero al final no tenía tiempo para nada. Y no he estado ocupada haciendo turismo, nada de eso, aunque sí que he visto alguna cosilla más de esta ciudad, pero solo por mi barrio o por la zona donde trabajo.

Aunque sí he conocido un nuevo aspecto de Kolkata: la ciudad nocturna. La ciudad silenciosa. Sin coches, sin apenas gente, una ciudad en paz. Bueno, no del todo. Siempre hay alguien. La verdad es que nunca duerme, pero tampoco es que esté muy despierta a partir de las 10 de la noche...

Mi compañera de habitación (todavía) francesa y yo hemos empezado a hacer algunos amigos comunes, sobre todo hemos trabado amistad con un chico que estudia español y francés, y claro, armamos una buena cuando nos juntamos, hablando francés, español, inglés y un poquito de bengali cada vez. Con él fuimos una tarde, después de clase, a ver el norte de Kolkata, subiendo College Street hasta Shambazaar y Netaji. Durante un tiempo nos acompañó uno de mis estudiantes, que habla bastante bien español, y nos estuvo contando con todo detalle qué era cada cosa: esta es la casa de Vivekananda y ahora su museo (Vivekananda fue un hombre que ayudó a la gente sin recursos en Kolkata y que por ello se ha hecho famosísimo, hasta el punto de que sus retratos están junto a los de Gandhi en cualquier parte aquí en la ciudad), esta es una universidad importante, este es tal o cual....Fue interesante cuando llegamos a la estatua de Netaji (un bengali que se reveló contra los ingleses de forma armada durante la segunda guerra mundial) a caballo: resulta que es algo así como el reloj de la Plaza Mayor de Salamanca o la Puerta del Sol en Vigo, es decir, es el lugar donde todo el mundo queda para ir a otro parte (si viven cerca, me imagino). Y además, para indicar la dirección a la gente en la plaza, no se indican unos a otros diciendo "al norte" o "al este", o "a la derecha", sino "a la cola de Netaji" (del caballo de Netaji, se entiende), o "a la cabeza", etc. Me pareció curioso.

Después de despedir a mi estudiante, nos fuimos andando los tres que quedamos hacia el sur, volviendo a Ballygunge, donde está la Guest House donde vivo. Un largo, largo camino. Un largo camino lleno de baches, y lleno de gente durmiendo en la calle. El puesto de té o tabaco que por el día es un centro de reunión de la gente, por la noche se convierte en una cama: te tumbas en la tabla, y ya está. Sino en el suelo directamente, a veces incluso poniendo una piedra resto de alguna obra en la cabeza, como si fuera una almohada. Comodísimo, como os podéis imaginar. Pero en realidad, la mayoría de la gente no tiene ni eso. En muchas aceras, hay unas vallas que impiden que la gente pase a la carretera así como así. En esas aceras, los sin techo construyen una estructura a modo de tienda de campaña con plásticos, aprovechando la valla como pared y para que haya techo, sujetando el plástico (por la lluvia) con piedras y cuerdas de manera que esté tenso. Ahí duermen apiñados, a veces hasta tres generaciones. En el pequeño espacio que tienen entre tienda y tienda, cocinan con fuegos de gas portátiles, y en muchas calles hay, digamos, baños al aire libre, una pequeña zona con azulejos o de piedra que llega más o menos por la cintura a la gente. De ahí sale agua a borbotones continuamente, y la gente se lava allí. Durante el día sólo se ven hombres, pero por la mañana temprano o por la noche, se ven algunas mujeres también.

Así viven miles de personas no sólo en Calcuta, como os podréis imaginar. No tengo fotos de ello todavía, pero espero tenerlas. Hay cosas que sino se ven, es como si no existieran, y no puede ser.

Todavía estoy intentando pensar en cuál ha sido la imagen más chocante que he visto hasta ahora, y ha habido unas cuantas. Pero voy a elegir una: un chiquillo de unos 10 años como mucho, en un sucio pijama que algún día fue blanco, durmiendo a pierna suelta, como si nada, pegado al escaparate de un centro comercial, casi en la puerta, a eso de las 7 de la tarde, cuando aún hay luz, movimiento y ruido. Pero el chico, tan tranquilo, durmiendo tan plácidamente. Sin piedra como almohada siquiera.

Ante algo así, ¿qué haces? (yo tampoco sé la respuesta....)

Thinglink Plugin