Por fin voy a trabajar de verdad, en una clase y con un sueldo, y no de profe particular o de conversación cuyo sueldo es la invitación al café que se toma con su alumno (rara vez alumnoS). Empiezo en julio y estoy emocionada, nerviosa, a veces histérica, pero sobre todo ilusionada. Seguro que me va bien. El primer día será difícil, claro, pero creo que la estrategia está en Stanislavski: ¿Cómo actuaría yo si fuera una profe experimentada? Y a partir de ahí, crear mi personaje de profe que sabe lo que está haciendo, aunque más bien sólo sepa lo que está intentando hacer.
Aun no sé ni de qué daré clase, ni a quién, pero hay varias posibilidades: gramática, arte, historia, conversación, redacción,..Casi me apetece más dar una de Arte y otra de Destrezas Orales, o de Conversación y Composición. Lengua y cultura. Lo mejor. Aunque no me importaría dar también clases de cocina española, jeje.
Y mis alumnos, ¿qué nivel tendrán? ¿De dónde serán? Se supone que casi el 80% o incluso más serán americanos de nivel intermedio. Así que por esa parte, son sencillos de tener entretenidos en clase: muchas participación, dinamismo, y multimedia. Espero que me toque una clase con proyector...
Ahora, a diseñar un planning en el que se hable de temas que les puedan interesar. Adolescentes extranjeros en Salamanca? Ya sé yo lo que les interesa...