lunes, mayo 12, 2014

La celebración de la unión en el canto a la separación: Rabindranath Tagore y Kalidasa


Estos ojos cumplieron 153 años esta semana. Y digo cumplieron, no habrían cumplido, porque Rabindranath sigue muy vivo todavía. Su recuerdo se está desvaneciendo, cierto, y parece cada vez más una pieza de museo, una reminiscencia como eso de "todo el pasado fue mejor", una perspectiva que lo separa totalmente del presente, que crea una barrera entre él y los que lo recuerdan. Sin embargo, usando un símil del propio Tagore, a la flor artificial dentro de casa hay que quitarle el polvo todos los días para que luzca, pero a la flor del bosque no hay que hacerle nada para que luzca bonita. No requiere mantenimiento. Sólo requiere que la vayamos a buscar al bosque y la miremos. Lo mismo pasa con Rabindranath: sus libros, sus retratos, que llenan las casas bengalíes (y poco a poco, la mía también) podrán llenarse de polvo, pero si le miramos a los ojos - como en la foto de arriba - o le buscamos en la lectura, nos deslumbra sin artificios. No hay polvo que pueda deslucir sus palabras. Y por suerte, tenemos muchas de ellas.

Cada vez que leo algo suyo, cuentos o novelas, ensayos, poemas o canciones, me quedo embelesada por lo sublime de la expresión y la profundidad del contenido. Últimamente he estado leyendo una colección de sus ensayos y artículos sobre literatura y sobre la lengua bengalí, en una edición traducida al inglés con anotaciones e introducción por Sisir Kumar Das, uno de los historiadores y críticos literarios más importantes de Bengala. Das también es un genio del análisis, y su prosa - la mayoría de sus ensayos los escribía directamente en inglés - es clara y aguda, perfecta para su propósito: explicar con la mayor sencillez posible los intrincados hilos de la literatura. Si tenéis algún interés por aprender sobre la historia de la literatura india, Sisir Kumar Das es la mejor opción. 

En este libro, Selected Writings on Literature and Language, se resume el papel que Rabindranath tuvo en la creación de la critica literaria en Bengala, que era prácticamente inexistente hasta el siglo XIX. Su tarea no sólo se centra en la crítica literaria de sus contemporáneos, sino que mira atrás, a la antigua literatura en sánscrito, y a su alrededor, a la literatura popular y de tradición oral, algo que nadie consideraba en aquel entonces digno de ser llamado "literatura". Estos esfuerzos son coherentes con su filosofía de la unión de los seres humanos en armonía: trata de unir el pasado con el presente, la clase alta, con sus escritores versados en la cultura occidental y en el inglés, con las clases populares y rurales, ignorantes de todo aquello que los altos urbanitas admiraban. Juntar el pasado con el presente, juntas a las personas más allá de sus clases sociales y sus diferencias económicas, más allá de las fronteras lingüísticas o nacionales, para el beneficio de todos que resultaría de esta unión: esa era la misión que daba sentido a su vida. 

Juntar, precisamente, es el significado etimológico de la palabra bengalí para literatura, "sahitya". Y es que no se puede negar que la literatura nos acerca los unos a los otros, más allá de distancias geográficas, temporales o sociales. Sólo hay que abrir un libro de Rabindranath para estar con él, sólo tengo que escribir en este blog para estar con vosotros. Yo os hablo de Rabindranath Tagore, y por unos instantes estáis con él, mientras que cuando él escribe sobre Kalidasa, un poeta de la época clásica sánscrita, del silgo V d.C, por unos instantes yo también estoy con él. Y así sucesivamente.

Según Sisir Kumar Das, posiblemente el Meghadutam de Kalidasa fuera el poema favorito de Tagore. Que Rabindranath tuviera un sólo poema favorito me parece algo difícil de creer, pero si uno de ellos era Meghadutam, eso ya nos dice todo lo que necesitamos saber: que tenemos que leer el poema nosotros mismos ya!

Al parecer, Rabindranath escuchó este poema de joven, leído en boca de uno de sus hermanos mayores, en unos días de lluvia incesante durante el monzón, con el cielo oscurecido por las nubes, cuando todavía no sabía sánscrito y no podía entender las palabras del poema. A pesar de eso, o quizá precisamente por eso, los versos le hechizaron. Si podéis, apagad las luces de casa, o bajadlas, y escuchar un fragmento del Meghadutam vosotros mismos, todavía sin entender nada de lo que significa.


No sé quién es este hombre que recita, aparte de que es bengalí por su nombre, pero realmente le felicito. Ojalá recitara el poema entero, y no sólo un fragmento...

Imaginemos una densidad oscura, una intensidad lluviosa. Imaginemos a ser niños de nuevo y escuchar un poema musical en una lengua extraña. ¿Qué sentiríamos entonces? ¿Qué habría sentido Rabindranath? Escuchemos otra vez.

kaścit kāntāvirahaguruṇā svādhikārāt pramattaḥ
śāpenāstaṃgamitamahimā varṣabhogyeṇa bhartuḥ
yakṣaś cakre janakatanayāsnānapuṇyodakeṣu
snigdhacchāyātaruṣu vasatiṃ rāmagiryāśrameṣu


Vamos con el significado del poema. Yo no soy quien de traducir del sánscrito, así que vais a permitirme citar la traducción al inglés de McComas Taylor, que a pesar de estar traducida a prosa, es tremenda, y sobre todo, fiel, que es lo que os importa ahora, seguro, conocer el significado exacto de tan exótico cántico:

"A certain yaksha who had been negligent in the execution of his own duties, on account of a curse from his master which was to be endured for a year and which was onerous as it separated him from his beloved, made his residence among the hermitages of Ramagiri, whose waters were blessed by the bathing of the daughter of Janaka and whose shade trees grew in profusion."

"Un yaksha quien habiendo sido negligente en la ejecución de sus deberes, por una condena de su señor que había de ser soportada durante un año y que le resultaba ominosa ya que le separaba de su amada, se alojó con los ermitaños de la Colina de Rama (1), cuyas aguas habías sido bendecidas al contacto con la piel de la hija de Janaka (2) y cuyos abundantes árboles regalaban sombra"

(1) Ramagiri
(2) Sita, la esposa de Rama.

Meghadutam es conocido en inglés como The Cloud Messenger, La Nube Mensajera. En este poema, un yaksha - un semidiós de la mitología hindú - se encuentra cumpliendo una condena de destierro por un año, por desatender sus funciones en el palacio del rey Kubera - el dios de la riqueza-, rey de Alaka, una hermosa ciudad en los Himalayas (que es donde viven los dioses, es el Olimpo de los dioses hindúes). Este año de destierro debe pasarlo en la parte central de India, en Madhya Pradesh, más exactamente en las montañas donde el héroe Rama también sufrió sus años de exilio - exactamente en Chitrakut, si recordáis mis entradas sobre mi viaje a Madhya Pradesh, ahí está. Pero esto yo no lo sabía hace un año - , un lugar seco y cálido, que no tiene nada que ver con su ciudad alpina. Sin embargo, lo que realmente causa dolor al yaksha es la separación de su esposa, y está consumido por la nostalgia. Tanto añora a su amada, que después de haber sufrido ya seis meses de exilio, cuando se acerca la temporada de lluvias (que empieza en junio-julio, en el tercer mes del calendario indio, Ashar), desesperado le suplica a una nube que vaya al norte y le lleve un mensaje a su amada, y que vuelva con noticias de ella. El poema es la súplica del yaksha a la nube, que le explica la ruta para llegar a Alaka, y cómo encontrar a su esposa, y las palabras que debe decirle.

El poema no es excesivamente largo. Sus 115 estrofas - aunque algunas versiones contienen 110, otras 120 - se suelen separar en dos secciones, aunque esto no está abiertamente dividido en el texto: Purvamegham (la nube primera), que describe la condición del yaksha y la ruta a seguir por la nube mensajera, y Uttaramegham (la nube última), que describe el esplendor de Alaka y a la esposa del yaksha, y contiene el mensaje que la nube debe transmitir. Está escrito en un tipo de verso llamado mandakranta, que normalmente se agrupa en cuartertos, y que es muy musical a pesar de no ser rimado. Cada verso consta de 17 sílabas, divididas por dos cesuras, una tras la sílaba 4 y otra tras la sílaba 10, formando un patrón de 4+6+7=17, lo que crea el ritmo musical que escuchamos al recitarlo.

kaścit kāntā / virahaguruṇā /svādhikārāt pramattaḥ

Kalidasa expresa en este poema el dolor, la aguda aflicción que produce la separación. El yaksha intenta sobreponerse a ella, y llevado por el desespero, intenta usar a una nube para reunirse con su amada. ¿Por qué no pide a un ser humano, o a un pájaro al menos, a un ser sólido y con voz, que transmita su mensaje? Eso quizá tendría más sentido, pero la separación forzosa nos hace perder el sentido. Para superar la desolación el yaksha hace algo muy humano: usa el poder de la imaginación para consumar la reunión. Envía a una nube mensajera. Este es el poder de la literatura, el poder de la unión.

Kalidasa nos hace saborear la añoranza del yaksha con descripciones muy detalladas y visuales. Nos regala un paraíso imaginativo, de imágenes y de la imaginación, y es capaz de transformar el dolor en una delicia. Unos ejemplos:

(Estrofa 2)

tasminn adrau katicid abalāviprayuktaḥ sa kāmī 
nītvā māsān kanakavalayabhraṃśariktaprakoṣṭhaḥ 
āṣāḍhasya prathamadivase megham āśliṣṭasānum
vaprakrīḍāpariṇatagajaprekṣaṇīyaṃ dadarśa


That lover, separated from his beloved, whose gold armlet had slipped from his bare forearm, having dwelt on that mountain for some months, on the first day of the month of Asarha, saw a cloud embracing the summit, which resembled a mature elephant playfully butting a bank. 

Ese amante, separado de su amada, cuyo brazalete de oro se deslizaba ya de su desnudo brazo, habiendo pasado en aquella montaña algunos meses, en el primer día del mes de Ashar (1), vio abrazando la cima a una nube que parecía un elefante adulto jugueteando y chapoteando en una orilla.

(1) Ashar es el nombre moderno (en bengalí) del mes de Asarha: el tercer mes del año indio (que empieza a mitad de abril), y que es el primer mes del monzón.


Cuyo brazalete de oro se deslizaba ya de su desnudo brazo... El amante, consumido por la nostalgia, ha adelgazado tanto que su pulsera se le cae del brazo al que antes se ajustaba perfectamente. No sé si este es un topoi, porque lo he leído en unos poemas tamiles supuestamente más antiguos que el de Kalidasa, pero sea cómo sea, es precioso. Y la nube gris es un elefante adulto, un animal poderoso, inteligente y muy apreciado en India. Esta metáfora se repite a lo largo del poema muchas veces, por ejemplo en la estrofa 54, dice que es un "elefante de los dioses"; es el yaksha intentando halagar a la nube para que así no rechace su petición de ayuda. En otra extraordinaria estrofa (la 62), el yaksha compara a la nube de lluvia con el sólido y brillante negro del kohl, el polvo natural con el que las mujeres indias delinean y realzan la forma de sus ojos.

El yaksha se deshace en llamamientos al corazón de la nube en más de una ocasión, para intentar convencerla. Aquí transcribo otro de los más curiosos:

Estrofa 12

āpṛcchasva priyasakham amuṃ tuṅgam āliṅgya śailaṃ
vandyaiḥ puṃsāṃ raghupatipadair aṅkitaṃ mekhalāsu
kāle kāle bhavati bhavato yasya saṃyogam etya
snehavyaktiś ciravirahajaṃ muñcato bāṣpamuṣṇam 

Having embraced your dear friend, that lofty mountain, marked on its flanks by the feet of the lord of Raghu which are worshipped by men, take your leave. Year after year, having come for union with it, there is a display of affection on your part—you who release hot tears born of long separation. 

Una vez que hayas abrazado a tu querido amigo, esa altiva montaña, marcada en sus faldas por los pies del señor de Raghu (1) que los hombres consideran sagrados, prosigue. Año tras años, tras haberte unido a ella, das una muestra de tu cariño - tú que liberas cálidas lágrimas nacidas tras una larga separación.

(1) Rama

El yaksha, con su ingenio tan agudizado como ofuscado por el dolor y la nostalgia, apela a los sentimientos de la nube, haciéndola ponerse en su lugar, relacionando el sufrimiento de la nube alejada de la montaña que tanto ama, con el suyo propio, a kilómetros de distancia de su esposa. ¿A quién no convencería esta súplica? Todos los lectores quisiéramos inmediatamente convertirnos en nubes para ayudarle.

Otras veces, el yaksha es un poco más agresivo. Por ejemplo en la estrofa 17 dice:

na kṣudro 'pi prathamasukṛtāpekṣayā saṃśrayāya
prāpte mitre bhavati vimukhaḥ kiṃ punar yas tatthoccaiḥ

Even a lowly being, remembering an earlier kind deed, does not turn its back on a friend who has come for refuge; how much less, then, one so lofty?

Incluso un plebeyo, recordando un amable favor anterior, no da la espalda a un amigo que ha venido buscando refugio; ¿cómo podría, entonces, un ser tan noble (como tú)?

Además de estos argumentos tan emotivos, el yaksha, que quiere que la nube se identifique con él y con su dolor, intenta atraer la curiosidad de la nube con las cosas que a él le resultan más atractivas: las mujeres. Le promete la visión de unas jóvenes chicas, blancas como el jazmín y perfectas como la flor de loto, que esperan sin saberlo la amistad de la nube, que posará por unos instantes su sombra sobre sus bellos rostros (estrofa 27):  "chāyādānāt kṣaṇaparicitaḥ puṣpalāvīmukhānām" /"you who have made a momentary acquaintance with the flower-picking girls by lending shade to their faces"  / "tú, que al prestar tu sombra sobre las caras de las chicas que recogen flores has entablado amistad con ellas un instante". También le promete el placer de ver las "temblorosas pestañas" de las mujeres atemorizadas por el relámpago en la ciudad de Ujjain (estrofa 28), por poner algunos ejemplos.

Pero las mujeres no son la única atracción que la nube puede encontrar en su camino. Las descripciones de los paisaje sobre los que pasará en su viaje son fascinantes. Nosotros también queremos hacer ese viaje, queremos sobrevolar esos valles, esos ríos, esos bosques, esas cumbres nevadas, esas ciudades.

Estrofa 29:

vīcikṣobhastanitavihagaśreṇikāñcīguṇāyāḥ
saṃsarpantyāḥ skhalitasubhagaṃ darśitāvartanābhaḥ
nirvindhyāyāḥ pathi bhava rasābhyantaraḥ saṃnipatya
strīṇām ādyaṃ praṇayavacanaṃ vibhramo hi priyeṣu

On the way, after you have ascended to the Nirvandhya River, whose girdles are flocks of birds calling on account of the turbulence of her waves, whose gliding motion is rendered delightful with stumbling steps, and whose exposed navel is her eddies, fill yourself with water, for amorous distraction is a woman’s first expression of love for their beloved.

En el camino, después de subir hacia el río Nirvandhya, cuyos collares son las bandadas de pájaros cantando por la turbulencia de sus aguas, cuyo fluído movimiento se convierte en admirable cuando tropieza con las piedras, y cuyos remolinos muestran su ombligo, llénate tú de agua, puesto que la primera expresión amorosa de una mujer por su amado es la desatención.

Los ríos, en sánscrito y en la mitología hindú, son todos mujeres: quizá porque el agua es la vida. Los pájaros son los adornos del río, el fluir de sus aguas es como los andares de una mujer, que se desliza y balancea y cuando da un traspiés contra las rocas del lecho del río, es todavía más dulce. Pero mi metáfora favorita son los remolinos que exponen a la vista el ombligo del río, como una mujer en sari, que según se mueva, muestra o esconde su ombligo de nuestros ojos.

Hacia el final del poema, cuando por fin la imaginación del yaksha llega a su casa en Alaka, y explica a la nube mensajera cómo encontrar a su esposa y qué debe hacer para transmitirle el mensaje, Kalidasa describe su dolor de una manera intensa, a través de la descripción externa de las acciones de la mujer, y muestra un entendimiento muy profundo de la nostalgia amorosa, que yo no puedo evitar preguntarme qué separaciones habrá sufrido Kalidasa en su vida.

(Estrofa 26 de la segunda parte)

utsaṅge vā malinavasane saumya nikṣipya vīṇāṃ
madgotrāṅkaṃ viracitapadaṃ geyam udgātukāmā
tantrīm ārdrāṃ nayanasalilaiḥ sārayitvā kathaṃcid
bhūyo bhūyaḥ svayam api kṛtāṃ mūrcchanāṃ vismarantī 

Or having placed a lute on a dirty cloth on her lap, friend, wanting to sing a song whose words are contrived to contain my name, and somehow plucking the strings wet with tears, again and again she forgets the melody, even though she composed it herself

O habiendo colocado un laúd sobre una sucia tela en su regazo, amiga (1), queriendo cantar una canción destinada a contener mi nombre entre sus palabras, y de alguna manera rasgando las cuerdas con sus lágrimas y humedeciéndolas, una y otra vez ella olvida la melodía, a pesar de haberla compuesto ella misma.

(1) a lo largo del poema el yaksha se autodenomina "amigo" y "hermano" de la nube, a su esposa la "esposa de tu hermano", y aquí por fin, llama amiga a la nube.

La esposa del yaksha, sollozando, pensando continuamente en su esposo, desatiende las tareas de la casa, como se olvida de lavar las telas, y se olvida hasta de las canciones que quiere cantar en memoria de su amado. ¿Es que hace falta decir que está desolada?

Y tras tantas estrofas que despiertan en nosotros el sabor de la pena (la karuna rasa), al mismo tiempo se despierta en nosotros una curiosidad inmensa. ¿Cuál es el mensaje que el yaksha desea decir a su esposa? ¿Nos dirá Kalidasa cuáles son esas palabras? Pues sí:

(Estrofa 42 de la segunda parte)

aṅgenāṅgaṃ pratanu tanunā gāḍhataptena taptaṃ 
sāsreṇāśrudrutam aviratotkaṇṭham utkaṇṭhitena 
uṣṇocchvāsaṃ samadhikatarocchvāsinā dūravartī
saṃkalpais tair viśati vidhinā vairiṇā ruddhamārgaḥ

He whose path is blocked by an invidious command and is at a distance, by means of these intentions, unites his body with yours, the emaciated with the emaciated, the afflicted with the even more deeply afflicted, that which is wet with tears with that which is tearful, that whose longing is ceaseless with that which is longed for, that whose sighs are hot with that whose sighs are even more numerous.

Él cuyo camino está bloqueado por una odiosa orden y quien está lejos, por medio de mí, une su cuerpo con el tuyo, lo consumido con lo consumido, lo afligido con lo aún más profundamente afligido, aquello que está húmedo de lágrimas con aquello que está lloroso, aquello cuya añoranza es infinita con aquello es añorado, aquello cuyos suspiros son cálidos con aquello cuyos suspiros son aún más numerosos.

El yaksha dicta estas palabras a la nube, imaginando que él mismo es la nube diciéndoselas a su esposa recién levantada, observándola por la ventana de su dormitorio. La unión, por fin, imaginada pero unión al fin y al cabo, de las dos nostalgias y las dos tristezas por medio de un cuarteto: los versos son sólo un medio, como la nube, la nube es el poema y nos unimos a Kalidasa al leerlo, nos unimos al corazón humano al leerlo. El poema de la separación es un canto a la unión: 

"Oh, nube, tu esplendor realzado por la temporada de lluvias, ojalá nunca nada te separe de tu consorte, el relámpago.

Para terminar, os dejo con los invisibles hilos que unen a Rabindrantah con Kalidasa, más allá de sus ensayos o de su admiración por el poeta clásico: son sus canciones las que son una celebración del Meghadutam. Si bien Tagore jamás intentó traducir el poema al bengalí, creo que lo que sí intentó, consciente o inconscientemente, fue trasladar el sentimiento de separación, el anhelo de la unión, y la temática de las nubes y la lluvia, en sus famosas canciones. Muchas de ellas hablan de las nubes, y muchas otras, de la lluvia, especialmente del mes de Ashar, el primero del monzón. Escuchad estas dos:

Abar Esechhe Ashar (El monzón ha regresado)


El monzón ha regresado, cubriendo el cielo
a través del viento se huele la lluvia
este viejo corazón mío aún estalla de alegría
al ver a las nuevas nubes condensarse
sin prisa sobre los verdes campos cae la sombra de las nubes negras
"¡Ya llega!", grita el corazón, "¡Ya llega!", canta esta canción
Ha llegado a la mirada, se apresura al corazón.

Bahu yuger opar hote (Después de muchos muchos años)



Después de muchos años he recordado el monzón,
en un verso del poeta con el relámpago y la lluvia que gotea.
Las guirnaldas de flores unidas se balancean y se mezclan con el polvo,
hoy su fragancia fluye en el viento lloroso.
Ese día sin razón aparente llegaron las nubes a la orilla
el agua se derramaba sin razón aparente sobre la verde orilla.
Sin pestañear la guirnalda de nubes se extendía hacia el camino,
como la visión de la sombra de una nube negra a mi memoria.

Tumi Shandhyar Meghamala (Tú eres la guirnalda de nubes del crepúsculo)


Esta canción fue traducida por el propio Rabindranath al inglés para la colección que se recogió bajo el título The Gardener, así que permitidme que cite su traducción directamente, sin duda alguna mejor de que lo que yo soy capaz de hacer:

You are the evening cloud floating in the sky of my dreams.
I paint you and fashion you ever with my love longings.
You are my own, my own, Dweller in my endless dreams!
Gleaner of my sunset songs!

Your lips are bitter-sweet with the taste of my wine of pain.
You are my own, my own, Dweller in my lonesome dreams!
Of the depth of my gaze!

I have caught you and wrapt you, my love, in the net of my music.
You are my own, my own, Dweller in my deathless dreams!
Your feet are rosy-red with the glow of my heart's desire,
With the shadow of my passion have I darkened your eyes, Haunter!



Nota curiosa: Neruda escribió su poema 16 de Veinte poemas de amor y una canción desesperada basándose en esta traducción al inglés de la canción original en bengalí. Veamos su transcreación:


En mi cielo al crepúsculo eres como una nube 
y tu color y forma son como yo los quiero. 
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces, 
y viven en tu vida mis infinitos sueños. 

La lámpara de mi alma te sonrosa los pies, 
el agrio vino mío es más dulce en tus labios: 
oh segadora de mi canción de atardecer, 
cómo te sienten mía mis sueños solitarios! 

Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa 
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda. 
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo 
estanca como el agua tu mirada nocturna. 

En la red de mi música estás presa, amor mío, 
y mis redes de música son anchas como el cielo. 
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto. 
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.


Demasiadas cosas para una sola entrada, ¿no?



* La traducción al inglés de McComas Taylor está disponible aquí: http://chl.anu.edu.au/languages/sanskrit/meghaduta_english.pdf

lunes, mayo 05, 2014

Desapariciones y fantasmas: Márquez en Calcuta

No soy yo la única que ha desaparecido estos meses. Alguien mucho más importante que yo se ha ido: Gabriel García Márquez. Nunca fui una fan, nunca entendí - por herejía que parezca decirlo ahora - por qué le dieron el Nobel a él y no a otros, sólo he sido capaz de terminar una de sus novelas. Pero lo cierto es que su muerte ha sacudido las entrañas de Calcuta. ¡Un novelista muerto hace temblar la ciudad de los poetas! Si habéis seguido las noticias, muchos - demasiados - poetas se han muerto este 2014, pero ninguno de ellos ha causado la conmoción que ha causado la desaparición de Márquez.

Volveré al blog, pero el mes que viene. De momento, os dejo con Márquez en un regreso momentáneo y extranjero:


Robbar, el suplemento dominical del periódico bengalí Pratidin, ha sacado un especial sobre García Márquez este domingo 4 de mayo




Y este es el artículo que escribí para la revista tras recibir una llamada pidiendo mi colaboración. El original, escrito en inglés, saldrá en otra revista en los próximos meses. Y aunque por las fotos parezca lo contrario, no escribí sobre Márquez, porque yo no habría sido capaz de semejante tarea, sino que me limité a la única novela suya que he devorado más de una vez, y más de dos: Crónica de una muerte anunciada.

Hasta pronto,

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